Brasil registró su peor superávit primario en 14 años

Brasil acumuló en el primer semestre de este año un superávit fiscal primario de 16.224 millones de reales (unos 4.916,4 millones de dólares), el peor resultado para el período en los últimos 14 años, informó el Banco Central.

El saldo positivo en las cuentas públicas brasileñas en los seis primeros meses de 2015 fue un 44,78% inferior al superávit de 29.380 millones de reales (unos 8.903 millones de dólares) que el país acumuló en el primer semestre del año pasado.

El resultado, atribuido a la actual contracción de la economía brasileña y a la fuerte reducción de los ingresos del Estado, no era tan bajo desde 2001, cuando el organismo emisor comenzó a medir el indicador con los actuales criterios.

El superávit fiscal primario es la diferencia entre los ingresos y los gastos del sector público brasileño, incluyendo Gobierno central, administraciones regionales y empresas estatales, sin tener en cuenta los recursos destinados al pago de intereses de deuda. Brasil utiliza este indicador como referencia de la salud de sus cuentas públicas y de su capacidad para pagar los encargos de su deuda.

El mal desempeño de las cuentas públicas obligó al Gobierno la semana pasada a anunciar la reducción en la meta de superávit primario que se había impuesto para este año, desde el equivalente al 1,1 % del PIB inicialmente previsto hasta el 0,15 % del PIB esperado ahora.

El Gobierno, que a comienzos del año se había propuesto terminar 2015 con un saldo positivo en las cuentas públicas de 66.300 millones de reales (unos 20.090,9 millones de dólares), admite ahora que ese ahorro tan sólo llegará a 8.747 millones de reales (unos 2.708 millones de dólares).

El ministro de Hacienda, Joaquim Levy, explicó que el Gobierno tuvo que revisar su meta de superávit a la luz del nuevo escenario económico brasileño este año, para cuando se prevé una fuerte contracción económica y una caída en la recaudación impositiva. Brasil tan sólo creció un 0,1 % en 2014 y para este año, según las últimas proyecciones del propio Gobierno, se prevé una contracción del 1,49 %.

Esa difícil coyuntura obligó a la presidente brasileña, Dilma Rousseff, a anunciar un duro ajuste fiscal en enero, poco después de asumir su segundo mandato de cuatro años, para hacer frente al déficit primario de 32.536 millones de reales (unos 9.859,4 millones de dólares) de 2014, cuando Brasil registró el primer saldo negativo en sus cuentas públicas en 13 años.

Según el Banco Central, en el mal desempeño del primer semestre contribuyó especialmente el resultado de junio, cuando el país registró un déficit fiscal primario de 9.323 millones de reales (unos 2.825,1 millones de dólares), el peor resultado para este mes también en 14 años.

El emisor informó igualmente que en el primer semestre del año pagó 225.870 millones de reales (unos 68.445,4 millones de dólares) en intereses de deuda, por lo que el déficit nominal en las cuentas públicas en el período se elevó a 209.646 millones de reales (unos 63.529 millones de dólares).

El déficit nominal acumulado en los últimos 12 meses, que es el tenido en cuenta por las agencias de calificación de riesgo a la hora de analizar el estado de las cuentas públicas brasileñas, ascendió al equivalente al 8,1% del PBI, su peor resultado histórico.

Las agencias de calificación han dado indicaciones de que, ante el nuevo escenario fiscal, pueden reducir la nota de Brasil, que perdería su condición de país con grado de inversión, es decir considerado seguro para los inversores.

El pasado martes, Standard & Poor’s modificó la perspectiva de la calificación de la deuda brasileña a largo plazo de "estable" a "negativa", lo que permite prever una futura reducción.

Fuente: Ambito.com