Donald Trump envió al Congreso su presupuesto de USD 4,1 billones con duros recortes

El gobierno de Donald Trump envió este martes al Congreso su proyecto de presupuesto para el año fiscal 2018, por USD 4,1 billones, recortando con fuerza la asistencia social a los sectores de menores ingresos y los fondos para agencias estatales, y un incremento a los sectores de defensa y protección de las fronteras.

Los recortes implican una considerable reestructuración del gobierno, que confía en un crecimiento económico durante los próximos años para lograr eliminar el déficit fiscal en una década, estimado en 3,1% del PBI para el 2017. La propuesta es más una declaración de prioridades políticas que un documento económico, ya que debe aprobarlo el Congreso.

El plan, titulado titulado "Unos nuevos cimientos para la grandeza de EEUU", incluye recortes considerados políticamente riesgosos, como al Medicaid (el programa estatal/federal de asistencia médica para los pobres y discapacitados) los créditos a universitarios, los cupones para alimentos y las prestaciones para los jubilados federales, lo que podría indicar que el presupuesto de Trump no avanzará demasiado en el Congreso, aun si los republicanos controlan la Cámara de Representantes y el Senado.

En cuanto a EPA, la agencia estatal encargada del cuidado medioambiental, sus fondos disminuirán a USD 5.700 millones, un 31% menos que el presupuesto actual, conformando la menor cifra (ajustada por inflación) desde la década de 1970.

"Yo creo que es prerrogativa del Congreso tomar esas decisiones en consulta con el presidente", dijo el senador republicano John Cornyn, quien pronosticó que el Senado rechazará los recortes al Medicaid. "Sin embargo, casi todas las propuestas presupuestarias de los presidentes que he conocido básicamente están muertas a su llegada".

El plan prevé recortes por casi USD 3.600 millones a numerosos programas asistenciales y agencias internas en la próxima década. La iniciativa parte de la base de que los republicanos revocarán y reemplazarán la ley de salud del presidente Barack Obama, conocida como Obamacare, al tiempo que reduce los recursos al Medicaid, elimina los subsidios a los créditos para estudiantes, restringe los cupones para alimentos y recorta USD 95.000 millones al programa de fondos para carreteras a los estados.

"Necesitamos que la gente vaya a trabajar", dijo el lunes a la prensa el director de presupuesto de la Casa Blanca, Mick Mulvaney. "Quien reciba cupones para alimentos necesitamos que trabaje. Quien reciba asistencia por discapacidad y no deba recibirla, necesitamos que regrese a trabajar", apuntó.

Fuente: Infobae