El Gobierno defendió los controles y dijo estar preparado para "nuevas corridas"

El ministro de Economía, Axel Kicillof y el presidente del Banco Central (BCRA), Alejandro Vanoli encabezaron ayer una férrea defensa del “giro” en el rumbo de la política cambiaria y monetaria llevada a cabo por el Gobierno desde la salida del ex titular del BCRA Juan Carlos Fábrega hasta hoy. La pax cambiaria que ya acumula 45 días fue valorada por ambos funcionarios, que celebraron la adopción de medidas de represión a las actividades financieras informales que ayudaron a frenar una corrida.

“Hubo un intento bastante perverso de generar un clima devaluatorio”, le dijo Kicillof a El Cronista en referencia a la cobertura mediática que se realizó sobre las cotizaciones paralelas del dólar. “Parece esos enfermos terminales que viven 10 años pero el médico le da siempre dos meses de vida”, señaló y agregó que “esta es la novena vez que sufrimos un intento de estampida cambiaria. Lo que yo entiendo es que hay expertos sin fundamentos (...) a los que muchas veces los gana el deseo político de perjudicar al Gobierno o económico de hacer alguna ganancia”, agregó el ministro en referencia a las previsiones de que la corrida se repita después del mes de diciembre.

Kicillof, quien con su discurso cerró las Jornadas, señaló además que “lo que ocurrió es que predominó la realidad sobre la propaganda, con el aporte de una serie de medidas que resultaron efectivas simplemente en base a las atribuciones de los organismos de control”.

Antes, el titular del Banco Central se refirió a la brecha cambiaria. “Muchos avizoraban un fin de año con pérdidas de reservas, con un tipo de cambio legal o ilegal mucho más alto de lo que está hoy.

Precisamente todo eso quedó reducido al ámbito de sus deseos y no de la realidad”, dijo.

“Creo que en estos 45 días ha quedado claro que si alguno soñaba con una corrida cambiaria, si alguno creía que podía desestabilizar, no lo va a lograr”, sostuvo.

Entre los asistentes hubo mayoría de empleados de la propia autoridad monetaria, pero también se vio a empleados y dirigentes de entidades financieras privadas. Incluso hubo representantes de algunas de las entidades que, en las últimas semanas, vivieron en carne propia el endurecimiento de los controles y sanciones que el BCRA desató en coordinación con la AFIP y otros organismos de supervisión financiera.

Representantes del Banco Mariva, por ejemplo, rechazaban cautelosos hacer cualquier comentario respecto a las jornadas. El presidente y CEO de HSBC, Gabriel Martino, y Ricardo Moreno, de BBVA Banco Francés fueron los más encumbrados representantes del sector privado.

También estuvieron presentes funcionarios del Banco Galicia.

Los banqueros y profesionales se mantenían en un prudente cuchicheo. La celebración que hizo Vanoli de sus primeros 45 días al frente de la autoridad monetaria era aceptada con reservas en cada pausa de café.

“El blue estaba demasiado caro, volvió a un nivel más real, pero 58% de brecha no es para festejar”, explicaba un analista financiero de una entidad extranjera en estricto off the record. “Lo que pasa es que todo este cambio de expectativas cambiarias está sujeto a lo que pueda pasar en enero, si se empieza a solucionar el tema buitres o no, en el mediano plazo la represión no va a bajar al dólar sino a subirlo por falta de oferta”, dijo. Dos empleados de una entidad local coincidían en las perspectivas de corto plazo de la paz cambiaria de Vanoli. “Podés cerrar el contado con liquidación y desactivar las expectativas de devaluación inmediatas, pero mientras haya trabas va a haber dólar paralelo”, dijo uno de ellos.

El economista Aldo Ferrer fue disertante en el panel “Nuevos desafíos para las políticas de desarrollo”.

Ferrer mereció los aplausos más intensos a pesar de que sus comentarios incomodaron en algunos momentos al auditorio.

En especial, cuando criticó el desarrollo de la industria automotriz en esta década, a la que acusó de “tener un rol fundamental en la situación de restricción externa” y al sector de electrónicos de Tierra de Fuego, porque “no podemos conformarnos con ser simples ensambladores”.

En las Jornadas, Alejandro Vanoli señaló que “en estos 45 días ha quedado claro que si alguno soñaba con una corrida cambiaria, si alguno creía que podía desestabilizar, no lo va a lograr”.

Fuente: elcronista.com