POLÍTICA ECONÓMICA

El Gobierno intentará modificar la Carta Orgánica del Banco Central

La presidenta Cristina Fernández envió hoy al Congreso un proyecto que impulsa la modificación de la Carta Orgánica del Banco Central y la derogación de la Ley de Convertibilidad, en el que fue el único anuncio concreto de su discurso frente a la Asamblea Legislativa.

También se mostró contraria a una nueva ley que regule las entidades financieras, ya que según dijo con la reforma de la Carta Orgánica sería suficiente para "regular y controlar" a los bancos.

Este proyecto surge en momentos en que continuaban agotadas las reservas de libre disponibilidad, utilizadas durante 2010 y 2011 por el Gobierno para pagar deuda con acreedores privados mediante el Fondo de Desendeudamiento.

Durante el último tramo del discurso que pronunció en la apertura de las 130 sesiones extraordinarias del Congreso de la Nación, la mandataria señaló que hoy mismo enviaría el proyecto de ley, bajo el Mensaje número 291.

Por la tarde, la iniciativa ingresó a la Mesa de Entradas de la Cámara de Diputados. "Ponemos en esta norma punto final en la ley de Convertibilidad que fuera sancionada oportunamente", dijo la Presidenta y agregó que el proyecto es impulsado en el año en que se cancelará totalmente el servicio del bono BODEN 2012, a una década del corralito financiero.

La mandataria señaló que hoy el sistema financiero argentino "está solvente" y defendió la norma que ordenó a los bancos capitalizar más utilidades.

En relación con la reforma de la Carta Orgánica del BCRA, Cristina Fernández destacó que el rol de los bancos centrales "fue siempre financiar a los gobiernos" y recordó que el Banco de Inglaterra fue creado en el siglo XVII para financiar "los conflictos bélicos".

"Todos los bancos centrales en general tienen una historia de fuerte intervención en la economía, la dirección del crédito y no solamente cuidar la estabilidad de la moneda, que es una de sus funciones principales, pero que no puede ser la única", amplió. La Presidenta agregó que la Argentina siguió ese camino hasta 1992, cuando se produjo "la reforma orgánica del Banco Central que suprimió todas las funciones que tenía de orientación del crédito".

También recordó que "lo financiero por sobre lo productivo es producto de esto que se llamó en algún momento Consenso de Washington y que hoy están dando marcha atrás varios países". La mandataria enumeró una lista de países que modificaron entre 2008 y 2010 las cartas orgánicas de sus bancos centrales: Canadá, Chile, Ecuador, Francia, Alemania, Brasil, India, Inglaterra, España, Estados Unidos, Uruguay y Rusia.

Y pidió por un Banco Central "que no esté reducido únicamente a preservar la estabilidad monetaria, sino que esté preservando la estabilidad fiscal, que esté preservando el valor de la producción y que interactúe con la economía real". "Es lo que necesita el mundo y lo que necesitamos nosotros", completó. La Presidenta agregó que "debemos saber que el Banco Central debe estar en función de la economía real, pero no tampoco para hacer ningún zafarrancho".

"Por eso hemos mantenido la independencia del Banco Central de cualquier instrucción que pueda darle el gobierno central, pero no se le resta la posibilidad y la obligación de intervenir en la economía real para poder seguir sosteniendo crecimiento y trabajo", agregó.

La mandataria dijo también que "hay varios proyectos de reformar a las entidades financieras", pero consideró que no cree que sea necesario: "Creo que lo que hay que reformar es la Carta (Orgánica) del Banco Central que es la que regula y controla a las entidades financieras".

"Hay que fortalecer, y esto lo decimos en (el proyecto de) la reforma, el rol regulador de la actividad financiera como motor de inversión y palanca del desarrollo", añadió.

Pidió "participación activa" del Banco Central "en la prevención de los abusos del sistema financiero con sus clientes y el establecimiento de adecuado nivel de competencia". Cristina Fernández reveló además que el vicepresidente, Amado Boudou, le sugirió que se eluda el acuerdo del Senado para el nombramiento de los directores del Banco Central, "porque no está en la Constitución", pero que ella misma rechazó esa opción.

"Dejen las facultades como están ahora para que el Senado pueda dar el acuerdo a todos los directores y a su presidenta, de manera tal que no haya ningún problema".