El Tribunal de Cuentas rechazó la rendición de Dilma y la expone a un juicio político

El auditor Tribunal de Cuentas de la Unión (TCU) de Brasil reprobó por unanimidad las cuentas públicas referentes al 2014, indicando que la presidenta Dilma Rousseff no cumplió las normas que rigen el gasto estatal. El parecer del TCU ahora debe ser juzgado por el Poder Legislativo.

Los ocho ministros que votaron reprobar las cuentas del gobierno en el 2014 fueron Augusto Nardes (miembro informante del proceso), Walton Alencar, Benjamin Zymler, Raimundo Carreiro, José Múcio Monteiro, Ana Arraes, Bruno Dantas y Vital do Rego. Sólo el presidente del tribunal, Aroldo Cedraz, no votó.

Es la primera vez que el organismo rechaza las cuentas de un jefe de Estado en casi 80 años. El gobierno había pedido el alejamiento de Nardes del proceso argumentando que había adelantado su voto negativo en entrevistas, lo que fue negado por el pleno del cuerpo.

El TCU reprobó la práctica conocida como ‘bicicletas‘ fiscales, por las que en la práctica financió gastos sociales con bancos públicos para mejorar artificialmente -aún en forma temporal- las cuentas públicas, lo que es prohibido por la ley.

La decisión no tiene efectos prácticas pero podría movilizar a los legisladores a decidir sobre pedidos de destitución por juicio político a la mandataria. Es la primera vez desde 1937 que el TCU reprueba las cuentas de un gobierno. El Congreso debe ahora apreciar el dictamen del TCU y tendrá la palabra final sobre el tema.

Para Rousseff es el segundo golpe que sufrió en el día de ayer, luego que no consiguió apoyo suficiente en el Congreso para sus esfuerzos por equilibrar el sobregirado presupuesto fiscal.

Problemas en campaña

El martes, el Tribunal Electoral, órgano del Poder Judicial,aceptó reabrir una investigación sobre supuesto financiamientoilegal de la campaña presidencial de Rousseff, del Partido delos Trabajadores (PT).

Si el tribunal condenara a la mandataria y su vicepresidente,Michel Temer, del Partido Movimiento Democrático Brasileño(PMDB), su victoria quedaría impugnada como lo pregona elopositor Partido de la Socialdemocracia Brasileña.

En ese caso, se extinguirían los mandatos de Rousseff y delvice Temer, por lo que asumirá el presidente de la Cámara deDiputados, el tercer cargo en la línea sucesoria, quien deberáconvocar a nuevas elecciones. Se trata del opositor EduardoCunha.

Fuente: Diario BAE