NEGOCIOS

El combustible para las aéreas aumentó 34 por ciento en el año

Muchas de las compañías aéreas que operan en la Argentina comenzaron a encontrarse durante los últimos días con una noticia que, si bien no les resulta inverosímil debido al contexto económico actual, sí les modifica el esquema financiero.

El combustible JP1, como se conoce al que utilizan los aviones, aumentó su precio en lo que va del año un 34%, aunque llega al 38% si se toma en cuenta el alza de diciembre.

Según comentaron algunas de las empresas del sector, las subas se dieron en forma constante desde el último mes del año, y se movieron entre el 1% de abril y el 18% de marzo pasado.

Si se toma al dólar como parámetro, el ascenso alcanzó el cuatro por ciento. “Entendemos que esto tiene que ver en buena parte con la situación de la economía argentina actual, aunque tampoco se puede perder de vista el precio del petróleo a nivel internacional”, sostuvieron desde una de las empresas aéreas más fuertes del país. “Como sea –continuó el empresario– la situación nos lleva a que la preocupación por los costos sea cada vez más importante”.

Por una cuestión de cobertura de los aeropuertos, YPF es la que maneja casi con exclusividad la provisión del JP1.

Las principales perjudicadas por estos movimientos son, sobre todo, las compañías aéreas más pequeñas ya que no cuentan con un contrato de actualización de precios pautado de antemano, como sí lo pueden tener las de mayor tamaño.

Por esto, las grandes que operan dentro del país –Aerolíneas Argentinas y LAN– todavía no recibieron un impacto tan fuerte, aunque sus costos en combustible finalmente terminarán por mostrar una curva muy similar a la del resto. Ante todo esto, la mira se comienza a calibrar cada vez con mayor precisión sobre el comportamiento de las tarifas aéreas.

Las fuentes consultadas sostienen que todavía no hay conversaciones firmes respecto de los precios de los tickets, aunque entienden que “tarde o temprano será una discusión que se tendrá que dar”.

Todos los cambios tarifarios que se pretendan aplicar deben ser antes aprobados por el Gobierno.

“La ecuación financiera se hace cada vez más compleja, y si bien no es un tema que se deba tocar ya mismo, está claro en no demasiado tiempo más habrá que sentarse y plantear el nuevo escenario”, afirmó una de las fuentes.

En este punto, sin embargo, hay una cuestión que no se debe perder de vista.

El último retoque sobre el que el Gobierno dio su veredicto positivo fue en diciembre del año pasado. Por ese entonces, las bandas tarifarias –el mínimo y el máximo que las compañías aéreas pueden cobrar por diferentes trayectos– se habían ajustado un 12 por ciento.

Sin embargo, en su gran mayoría, las empresas optaron por no tocar ese máximo permitido, todo un síntoma que muestra que la demanda se puede ver afectada en caso de que los precios suban.

En promedio, para las aéreas el gasto en combustible representa un 30% del total de su estructura financiera.

A todo esto, se le debe sumar que el sector acaba de arreglar con la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas una mejora salarial del 24 por ciento.

Fuente: Cronista.com