ENTREVISTA A LA DRA. LAURA ANDREA GOLOVANEVSKY | DOCTORA EN ECONOMÍA POR LA UNIVERSIDAD DE BUENOS AIRES

El contexto actual del mercado laboral argentino

Laura Andrea Golovanevsky, es Doctora en Economía por la Universidad de Buenos Aires (Argentina). Miembro de la carrera de investigador científico de CONICET desde 2007. Directora-Investigadora de proyectos en temas de empleo, pobreza, desigualdad social, condiciones de vida y desarrollo regional y local. Docente Universitaria en materias del área económico-social y matemática en la FCE (UBA) entre 1988 y 1992 y en la FCE (UNJu) desde 1994 hasta la fecha, dictando cursos de Introducción a la Economía, Estadística y Metodología de la Investigación, entre otros. Docente del Doctorado en Ciencias sociales y de la Maestría en Teoría y Metodología de las Ciencias Sociales, ambas carreras de postgrado de la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales (UNJu). Formación de Recursos Humanos dirigiendo y co-dirigiendo tesistas de maestría y doctorado (de las Universidades Nacionales de Tucumán, La Matanza, Quilmes y Jujuy) y becarios de CONICET y de la UNJu. Autora de más de cien presentaciones en reuniones científicas de carácter regional, nacional e internacional y de casi medio centenar de publicaciones entre libros, capítulos de libros y artículos publicados en: Argentina, Brasil, México y Colombia.

"...el comportamiento del nivel de actividad y el rol que asuma el Estado en tanto responsable de controlar el cumplimiento de la legislación laboral vigente serán cruciales para el desempeño del mercado de trabajo argentino de cara al futuro"

¿Cómo incidió la política económica de los últimos años en el mercado laboral argentino?

Luego de la caída de la convertibilidad el nuevo modelo económico logró elevadas tasas de crecimiento del producto bruto interno (PBI) y esto fue acompañado por la generación de una importante cantidad de puestos de trabajo. Los indicadores laborales, que venían de un periodo crítico desde la década de 1990, mejoraron notoriamente, entre ellos la tasa de empleo, que se recuperó a gran velocidad. Esto derivó en una rápida y significativa caída del desempleo, ayudada por la consideración en las estadísticas como “ocupados” de aquellos que tenían planes de empleo. Además, la elasticidad empleo del producto (es decir, la sensibilidad de reacción del empleo ante cambios en el nivel de producto) fue muy elevada, especialmente en el primer quinquenio de lo que podríamos denominar la posconvertibilidad. Aun así las mejoras en el empleo no tuvieron el mismo ritmo que el incremento en el PBI, y la economía no logró retornar a los niveles de desocupación que la habían caracterizado hasta fines de la década de 1980. Tampoco se logró que las mejoras impacten de la misma manera en la calidad del empleo generado. Es decir, se registraron mejoras cuantitativas en cuanto al nivel de empleo, acompañadas por progresos cualitativos de menor dimensión. Entre los grupos más desfavorecidos resaltan los jóvenes, en quienes persisten tasas de desocupación más elevadas. Son también quienes obtienen en general empleos de mayor precariedad y desprotección y menores salarios que los trabajadores adultos. Es decir, mientras el ciclo económico expansivo de la posconvertibilidad estuvo acompañado por una mejora en los indicadores laborales, que también alcanzó a los trabajadores jóvenes, con el transcurso del tiempo se observó que en realidad existían problemas estructurales en el mercado de trabajo, independientes de los vaivenes del nivel de actividad económica.

¿Cuáles piensa que son los desafíos que hoy enfrenta este mercado laboral?

Considero que hay dos grandes problemáticas. Una es la que mencionaba recién, la necesidad de mejorar la calidad del empleo, es decir, lograr que una mayor cantidad de trabajadores acceda a la protección social. Se ha comprobado que la expansión económica permite crear empleos, pero no garantiza que esta creación sea acompañada por la protección que corresponde. Si bien se han venido tomando medidas en este sentido, hasta ahora no se ha logrado la efectividad necesaria como para que la desprotección laboral desaparezca o, al menos, se convierta en una cuestión marginal.

La otra gran problemática que reapareció tiene que ver con la caída en los niveles de actividad. De persistir la desaceleración en el crecimiento esto impactará sin duda en el empleo, lo que ya se viene observando en sectores como el automotriz, por ejemplo.

"...mientras el ciclo económico expansivo de la posconvertibilidad estuvo acompañado por una mejora en los indicadores laborales, que también alcanzó a los trabajadores jóvenes, con el transcurso del tiempo se observó que en realidad existían problemas estructurales en el mercado de trabajo, independientes de los vaivenes del nivel de actividad económica"

¿Cuáles son las áreas que en la actualidad presentan más dinamismo en lo que respecta al empleo?

La caída de la convertibilidad con la devaluación del año 2002 disparó un proceso de sustitución de importaciones, dando pie a la recuperación de la industria manufacturera local, desmantelada en muchas áreas a raíz de la política económica de la década de 1990. Así, el empleo en el sector industrial fue uno de los que lideró la recuperación del mercado laboral. Otro de los sectores que tuvo un comportamiento marcadamente dinámico en estos últimos años fue el de la construcción. En ambos casos la desaceleración de la actividad económica de los últimos meses ha impactado en esta evolución. En menor escala sectores de servicios como el turismo o la gastronomía, asociados a una mejora en los niveles de ingreso, también tuvieron desempeños favorables.

El agro también se vio muy favorecido luego de la caída de la convertibilidad, pero en el marco de un sector con poca elasticidad empleo, motivo por el cual el crecimiento de la actividad, las ventas y los beneficios en el mismo no alcanza la repercusión en el empleo que si pueden proporcionar otros sectores.

¿Cuál es actualmente la situación del empleo formal en nuestro país?

Como ya mencionaba, pese a las diferentes medidas que se han ido tomando en pos de combatir la informalidad laboral, los niveles de empleo sin protección continúan siendo elevados. Entre los asalariados hay todavía alrededor de un 30% que no tiene descuentos jubilatorios. A este grupo de trabajadores en situación de vulnerabilidad se suman los trabajadores independientes que deberían hacer sus aportes y no los realizan. En general, estos últimos son cuentapropistas de muy bajos niveles de ingreso. Esta situación, lejos de estar invisibilizada, nos atraviesa en nuestra vida cotidiana. Vendedores ambulantes, carritos, ferias, a la vista de todos, muestran importantes grupos de población que recurren a estas actividades para la diaria supervivencia y que no alcanzan a realizar aportes jubilatorios. Este escenario, además de implicar precarias condiciones de vida para las familias involucradas, significa también que un grupo significativo de población no tendrá acceso a una jubilación al terminar su vida activa, reproduciendo situaciones de pobreza. Por otro lado, también se da la situación de trabajadores por cuenta propia que tienen la capacidad económica para realizar sus aportes jubilatorios, pero en muchos casos no los hacen, sea por costumbre o negligencia. Igualmente entre los asalariados, son quienes trabajan en las empresas de menor tamaño los que se encuentran más expuestos a la desprotección, siendo especialmente afectadas las mujeres.

Teniendo en cuenta la crisis económica actual a nivel nacional, ¿Cuáles piensa que serán las consecuencias en el ámbito laboral?

Seguramente habrá un impacto negativo sobre el nivel de empleo. Esperemos que desde el gobierno puedan tomarse medidas anticíclicas que minimicen este efecto.

"...entre los asalariados, son quienes trabajan en las empresas de menor tamaño los que se encuentran más expuestos a la desprotección, siendo especialmente afectadas las mujeres"

¿Cómo ve al mercado de trabajo argentino en el largo plazo?

Considero que se seguirán intensificando actividades con mayor contenido científico y tecnológico, especialmente dentro del sector manufacturero. El sector servicios, por su parte, avanza hacia actividades con mayores niveles de sofisticación. En cualquier caso, el comportamiento del nivel de actividad y el rol que asuma el Estado en tanto responsable de controlar el cumplimiento de la legislación laboral vigente serán cruciales para el desempeño del mercado de trabajo argentino de cara al futuro.

Por Ángeles Bellomo