El presidente de la UIA cierra la compra de la autopartista del fondo buitre Elliot

Luego de varios meses de discusiones, denuncias, presentaciones en la Justicia, marchas y contra marchas, los 470 obreros de la autopartista sanjuanina Delphi volverá a trabajar.

El actual presidente de la Unión Industrial Argentina (UIA), Héctor Méndez, ganó la pulseada y está a punto de adquirir el 100% de la empresa fabricante de mazos de cables para la industria automotriz.

El gobernador de San Juan, José Luis Gioja, fue quien afirmó que la empresa Conarsa, propiedad de Méndez, adquirió Delphi Packard Argentina, que estaba a punto de ser cerrada.

El ministro de Producción y Desarrollo Económico de San Juan, Marcelo Alos afirmó a El Cronista que las partes "llegaron a un memorándum de entendimiento para hacer el traspaso de las acciones". Respecto de la vuelta a las operaciones, el funcionario adelantó que en la reunión de conciliación obligatoria realizada ayer en el ministerio de trabajo sanjuanino, "Delphi se comprometió a que, el lunes próximo, comenzarán a llegar los insumos y miércoles o jueves los trabajadores volverán a sus puestos".

Méndez, que peleaba con Enrique Ruffo, dueño de Cibasa -compañía fabricante de cables eléctricos de cobre y aluminio- por la compra de la autopartista, a último momento logró sacar ventaja.

Aunque desde el entorno del empresario aseguraron a El Cronista que "no hay nada firmado", pero que las conversaciones "están encaminadas", lo que sí se conoce es que Méndez le arrebató el negocio a Ruffo porque obtuvo de parte de Fiat Argentina una "carta de compromiso" por el cual lo sumaría como proveedor "si logra pasar los procesos de homologación".

Fuentes del Gobierno nacional adelantaron que también existiría interés de parte de otras dos fábricas-una francesa y otra alemana- de sumar a la nueva Delphi como proveedora.

Aunque en el mundo de las automotrices no hacía falta presentación, la autopartista se hizo popularmente conocida por su anterior propietario. La empresa era controlada por el fondo de inversión Elliot, del financista Paul Singer, quien mantiene un litigio judicial en los juzgados de New York con la Argentina por el cobro de bonos en default y que también era dueño de la papelera Donnelley, que declaró su quiebra y cerró.

El 24 de febrero pasado, mientras los trabajadores denunciaban el vaciamiento de la empresa y la posibilidad de que siga el mismo destino de la papelera, la AFIP denunció a la multinacional Delphi por presunto delito de "alteración del orden económico y financiero".

La denuncia está en manos del juez Canicoba Corral, quien deberá investigar si la compra de la empresa por parte del fondo ’tenía como objetivo destruirla y eliminarla" Además se busca probar que el fondo buitre aprovechaba los excepciones impositivas de la autopartista - e n 2014 recibió $12 millones en beneficios-.

Fuente: elcronista.com