Gobierno brasilero estudia eliminar diez ministerios para ser más "eficiente"

El ministro de Planificación brasileño, Nelson Barbosa, anunció hoy que la presidenta Dilma Rousseff estudia realizar una reforma en la administración pública para reducir por lo menos 10 de los 39 ministerios como así también un importante número de comisiones, en un plan de “búsqueda de una mayor eficiencia”.

La decisión fue anunciada por Rousseff en una reunión de coordinación política en el Palacio do Planalto, sede del Ejecutivo, con sus principales ministros.

Según Barbosa, la reforma administrativa debe ser cerrada en septiembre y seguirá cinco directrices.

“La primera es una reducción en el número de ministerios, bajar diez ministerios como referencia. Estamos trabajando con un objetivo de referencia para reducir el número de ministerios”, dijo el ministro.

“Nosotros evaluamos con todos los ministros, con todos los organismos implicados cuáles son las iniciativas en este sentido, tanto desde el punto de vista de la gestión, como del funcionamiento de cada ministerio de áreas de cobertura, como el punto de vista político, desde el punto de vista la eficiencia de las políticas públicas”, agregó.

Explicó también que todavía hay un objetivo predefinido en relación con la racionalización de la administración pública, sino que la idea es lograr una mejora de gestión.

La eliminación de diez de los 39 ministerios que existen hoy sería adoptada en el marco de un plan de “búsqueda de una mayor eficiencia”, que también implicaría una reducción del número de cargos con contratos temporales en la administración pública.

Barbosa admitió que esas medidas ayudarán a reducir el gasto en momentos de dificultades económicas, pero insistió en que la meta es lograr “un mejor funcionamiento y un aumento de la productividad del gobierno”.

La reducción del número de ministerios, que aumentó a 39 durante la última década, es exigida desde hace años por la oposición, según la cual esos despachos han sido usados para satisfacer a los integrantes de la variopinta coalición política que respalda a Rousseff, quien la heredó de su antecesor y padrino político, Lula da Silva.

La base de apoyo al gobierno está encabezada por los partidos de los Trabajadores (PT), de Rousseff, y del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), que lidera el vicepresidente Michel Temer.

A esos dos grupos, se suman los partidos Republicano Brasileño (PRB), de la República (PR), Progresista (PP), Comunista de Brasil (PCdoB), Republicano del Orden Social (PROS) y Social Democrático (PSD).

Cada una de esas formaciones ocupa al menos un ministerio, por lo que en caso de confirmarse la eliminación de diez despachos, algunas hasta pudieran quedar sin representación en el gabinete.

Hasta inicios de este mes también estaban en esa coalición los partidos Laborista Brasileño (PTB) y Democrático Laborista (PDT), cuyos parlamentarios se declararon “independientes” en rechazo a un ajuste fiscal impuesto por el Gobierno para hacer frente a la delicada situación de la economía.

Fuente: Diario BAE