Hasta mayo incluido, subas de tarifas impactarán en inflación

Tras difundirse el índice de precios de febrero, el Gobierno se apegó al discurso de que la inflación será más baja a partir de mayo y tenderá a ubicarse en el 2% mensual. Para sostener esa hipótesis, voceros oficiales afirmaron que los aumentos de tarifas terminarán en abril, y hasta llegaron a especular con que se podrá frenar el alza de los combustibles después de ese mes.

La realidad es, sin embargo, más complicada de lo que quisiera por lo menos el ala política del Gobierno que sigue buscando un contexto económico más favorable en los meses cercanos a las elecciones.

Los aumentos que ya están pautados son los siguientes:

Tarifas de gas: en abril tendrán un alza de alrededor del 35% que será tomada íntegramente por el INDEC, aunque en las facturas de los usuarios desde mayo se difiera un 20% del total para pagar después de las elecciones. Algunas fuentes sospechan que la suba incluso podría superar el 35% porque falta conocer a qué precio del gas terminaron cerrando contratos las distribuidoras por el volumen del invierno. Un elemento a tener en cuenta es que la Secretaría de Energía -a cargo de Gustavo Lopetegui- llamó a una subasta para comprar gas en el invierno destinado a Cammesa a un precio de más u$s8 por millón de btu, y todavía no se sabe si esto significará igual, menor o mayor precio para las distribuidoras que después lo trasladan a las tarifas. En principio, esas empresas estimaron un precio de poco más de u$s7 para el volumen que no pudieron comprar en la subasta oficial de febrero y por contratos firmados con fecha anterior a esa licitación.

Por otro lado, las estimaciones sobre el precio del gas a trasladar desde abril, conocidas en la audiencia pública, contenían un tipo de cambio que oscilaba entre $39,45 y $39,81. Pero el valor del producto se calculará según el dólar Banco Nación promedio de la primera quincena de marzo que fue de $41,97, un 6% más.

Tarifas de luz: según está anunciado y ratificado por la Secretaría de Energía en las últimas semanas, el precio mayorista de la energía, con impacto en todo el país, tendrá un nuevo aumento del 4% en mayo, y otro igual en agosto.

Es poco probable que esto pueda modificarse. Incluso si no dan resultado los esfuerzos para contener el dólar en las próximas semanas, la suba podría ser mayor que la anticipada. Esto es así porque Cammesa cobra en pesos la energía a las distribuidoras, pero la paga en dólares a las generadoras a un precio calculado según los costos más altos de generación, aun cuando esto fue parcialmente limitado desde marzo dejando de considerar a las centrales más obsoletas.

Cuanto más diferencia hay entre lo que recibe y lo que paga, el Estado debe hacerse cargo de la diferencia, lo que aumenta el peso de los subsidios en el gasto fiscal. Además, por los contratos pactados entre el Gobierno y Edenor y Edesur en 2017, durante la gestión de Juan José Aranguren, los ingresos de las dos distribuidoras deben ajustarse en febrero y agosto de cada año según una fórmula que incluye los índices de inflación. Por ahora, el alza de agosto parece que se postergará para después de las elecciones, pero entonces se compensará a las dos empresas por lo que no hayan percibido entre ese mes y noviembre.

Tarifas de AySA: las facturas de agua y cloacas de Capital Federal y la mayor parte del Gran Buenos Aires tendrán un aumento del 27% en mayo, luego del alza del 17% aplicada desde el 1 de enero. Los dos incrementos acumulan un 48,5% en el año.

Pasaje de subterráneos: se espera que el transporte público no tenga nuevos aumentos antes de las elecciones, después de que el boleto de colectivos y trenes subió ya un 40% entre diciembre y este mes. Sin embargo, todavía quedan pendientes dos ajustes en el pasaje del subterráneo: en abril pasará de $16,50 a $19, un 15,1% más, y en mayo a $21, un 10,5% más, acumulando en 2019 un ajuste del 44,8%.

Combustibles: sobre la posibilidad de contener estos aumentos, el Gobierno tiene menos herramientas que con las tarifas al estar los precios liberados. El petróleo en el mercado internacional se ubica en las últimas semanas entre u$s66 y u$s67, y la intención de la OPEP es sostener la cotización bajando los volúmenes entregados, pese a las críticas de Donald Trump.

Aun cuando se pueda especular con que el precio del crudo se mantendrá en el nivel actual, las petroleras van a ajustar los valores al público de acuerdo con la evolución del dólar y a la tasa de inflación, con alguna precaución sólo antes de las PASO y antes de la elección presidencial.

Fuente: Ámbito