La compra de dólar “ahorro” se disparó un 60 por ciento en julio

El ascenso del "blue" y la ampliación de su distancia con el oficial en las últimas semanas, la cercanía de las elecciones y las mayores probabilidades que se le asignan a una continuidad del modelo económico, y las crecientes turbulencias en los mercados emergentes por la crisis de Grecia, alimentaron como nunca antes el temor de los ahorristas y, por ende, la demanda de dólares en las ventanillas de los bancos. Tanto el monto como la cantidad de clientes que durante este mes fueron en busca de la ración de divisas que le permite adquirir mensualmente la AFIP superaron los récords registrados desde sus inicios hasta ahora. Y en el mercado de capitales, de la misma manera, creció con fuerza la demanda de alternativas en moneda extranjera.

Sólo en los primeros tres días hábiles de este mes, las entidades financieras debieron atender el pedido de 283.000 personas, lo que equivale a la cantidad de habitantes que tiene actualmente toda la provincia de Santa Cruz. El monto total se incrementó en estos tres días un 60% respecto del mismo período del mes anterior, cuando se había ubicado en los u$s 135,5 millones. Y el promedio comprado por persona saltó de junio a julio de los u$s 688 a los u$s 760.

Los ahorristas se vieron tentados, por un lado, por las ganancias que pueden captar a partir de una brecha cambiaria que se amplió del 40% al 50% en apenas dos semanas; y por otro lado, por las expectativas de devaluación que tienen sobre la próxima gestión.

El mercado entero percibe que el dólar acumula un fuerte atraso que, en algún momento, el próximo gobierno deberá compensar. Frente a la caída en los precios de exportación, el Gobierno reaccionó de manera distinta a sus países vecinos. Casi todos convalidaron una depreciación sensible de sus monedas: Brasil y Colombia, un 35%; Paraguay, Perú y Uruguay, entre un 15% y un 20%; y la Argentina, sólo un 11%. La enorme diferencia, que agrava el atraso cambiario del país frente a sus socios comerciales, está en que cada una de estas economías la inflación está en torno del 5% anual, mientras que a nivel local se ubica en el 25%. "En definitiva, América Latina padece claramente el final del viento de cola. Los países mejor preparados para lidiar con el nuevo contexto menos favorable son los que han sabido preservar la salud macro durante la fase de bonanza. Para el resto, se avizoran tiempos turbulentos y de penurias", comentó el economista Federico Muñoz.

Desde hace ya veinte días que el Banco Central no logra aumentar de ningún modo sus reservas. Por las necesidades de dólares en los diferentes sectores de la economía, las compras de divisas que realiza en el mercado cambiario se redujeron a sólo el 37% de lo que liquidó diariamente el agro durante el llamado "trimestre de oro", en el que se percibe la mayor oferta de dólares en el mercado cambiario por la cosecha de la soja. Entre marzo y abril, el organismo sólo pudo aumentar en u$s 2.300 millones las reservas a través de colocaciones de deuda del Tesoro nacional (u$s 1.415 millones), y de YPF (u$s 1.500 millones) y por nuevos tramos del swap acordado con el Banco Central de China por alrededor de u$s 1.680 millones.

Fuente: Ámbito Financiero