La utilización de la capacidad instalada en la industria en Septiembre fue del 61,1%

La utilización de la capacidad instalada en la industria registró una fuerte caída en septiembre, en medio del contexto recesivo que desató la crisis cambiaria. Según el INDEC, el indicador terminó el mes en 61,1%, anotando una caída de 5,2 puntos porcentuales en la comparación interanual. En relación con agosto, el índice cayó 1,9%, en el marco de una fuerte contracción de la actividad.

Vale recordar que en el mes, la producción industrial anotó una caída del 11,5% interanual y profundizó el ciclo contractivo de la actividad, acumulando cinco meses de contracciones consecutivas. Esto encendió varias alarmas, ya que diversos sectores en la industria son intensivos en mano de obra, lo cual podría seguir deteriorando a los indicadores sociales, laborales y de ingreso. Además, se espera que para los próximos meses el sector siga presentando una contracción por la falta de liquidez y las elevadas tasas de interés, terminando el año con una merma cercana al 3%. De todas formas, la caída podría ser compensada parcialmente por el mayor nivel del tipo de cambio.

En septiembre, terminaron por encima del nivel general los sectores de Industrias metálicas básicas (84,3%), Refinación de petróleo (75,7%), Minerales no metálicos (74,1%), Papel y cartón (73,8%), Productos del tabaco (66,5%) y Sustancias y productos químicos (63,2%). Por debajo finalizaron Productos alimenticios y bebidas (59,4%), Productos de caucho y plástico (52,4%), Edición e impresión (50,7%), productos textiles (49,1%), Metalmecánica excepto automotores (46%), Industria automotriz (44,8%). De acuerdo con la teoría económica, los sectores que trabajan al 75% usualmente piensan en invertir, pero tomando en cuenta el contexto macroeconómico, lo más probable es que esperen algunos meses para expandir su capacidad instalada, al menos hasta que la economía comience a crecer.

Vale recordar que con la crisis cambiaria se aceleró la tasa de inflación. Mientras que para todo el 2018 se esperaba una inflación más cercana al 25%, tras la disparada de los precios las proyecciones pasaron a ubicarse cerca del 50%. Esto llevó a que el Banco Central debiera llevar, en primera instancia, la tasa de política monetaria al 60%, pero luego, con el nuevo esquema monetario llegaron a superar el 70% (ayer cerraron cerca del 65%, su menor nivel desde octubre). De todas formas, la autoridad monetaria se comprometió a mantenerla al menos en un 60% hasta fin de año, lo que indica que no habrá una baja más significativa en el corto plazo y esto generaría un mayor impacto sobre la producción industrial, afectando también a la utilización de la capacidad instalada.

Fuente: Ambito