Obama anuncia una masiva legalización de indocumentados

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, anunció ayer la regularización de más de cinco millones de inmigrantes indocumentados, la mayor desde que Ronald Reagan sacara de la clandestinidad a unos tres millones en 1986.

En horario de máxima audiencia y desde la Casa Blanca, Obama desgranó su plan unilateral en inmigración después de esperar un año que la oposición republicana desbloqueara en la Cámara de Representantes su ambiciosa reforma integral aprobada por el Senado.

En Estados Unidos viven 11,3 millones de indocumentados, según los cálculos del gobierno, de los cuales la mayoría son latinoamericanos y más de la mitad mexicanos.

El grueso de la regularización radica en los 3,7 millones de indocumentados que, según el Migration Policy Institute, tienen hijos que son ciudadanos estadounidenses o con residencia permanente y viven desde hace al menos cinco años en el país.

Este grupo obtendrá un estatus legal temporal, con lo que evitará la deportación, y los que no tengan antecedentes penales podrán además acceder a un permiso de trabajo.

Los otros 1,5 millones de inmigrantes quedarían regularizados por la ampliación de la Acción Diferida (DACA, por su sigla en inglés), una medida que desde su entrada en vigor en agosto de 2012 ha evitado la deportación de más de 580.000 jóvenes indocumentados que llegaron a EE.UU. cuando eran niños. Según las estimaciones del Migration Policy Institute, 205.000 se beneficiarán de la eliminación del requisito de ser menor de 31 años, mientras que 85.000 lo harán por la modificación en la fecha de entrada requerida (antes junio de 2007 y ahora enero de 2010).

A estos 290.000 hay que sumar los 1,2 millones que son “elegibles inmediatamente” bajo el programa actual, indica este centro de estudios de Washington especializado en inmigración.

Sin embargo, para decepción de activistas e inmigrantes, el paquete de medidas de Obama deja fuera a los padres de estos jóvenes, quienes llegaron al país ilegalmente siendo niños, conocidos como dreamers (soñadores).

Otros de los cambios que anunció Obama afectará el sistema actual de visas y permisos de residencia, con énfasis en emprendedores que permitan atraer inversión y crear empleos, así como en estudiantes de campos como la tecnología, ingeniería, ciencia y matemáticas. El número de inmigrantes indocumentados en Estados Unidos creció de 3,5 millones en 1990 a 12,2 en 2007, y desde entonces fue disminuyendo hasta los 11,3 actuales, según cifras del centro de estudios Pew.

El paquete de medidas de Obama enfrenta la férrea oposición republicana, que esgrime que con esta acción unilateral el presidente sobrepasa los poderes que tiene atribuidos.

La bancada republicana, que en las últimas horas se refirió a Obama como “emperador” y “monarca”, se debate sobre la dimensión de su contraataque tras este anuncio presidencial.

Por un lado están los que piden llegar a máximos y usar la llave presupuestaria para forzar una nueva parálisis administrativa del gobierno federal como la del año pasado; por otro, los que se inclinan por bloquear cualquier fondo destinado a implementar las medidas del presidente.

La reforma migratoria fue una de las principales promesas de campaña que llevaron a Obama a la presidencia, en 2008. Desde entonces, el mandatario se enfrentó a la férrea oposición republicana, lo que llevó a Obama a renovar su compromiso ante la comunidad latina en las elecciones de 2012.

Nuevamente, con el apoyo de los hispanos (el 71% de ese colectivo votó por su reelección), Obama no tenía más remedio –por convicción o estrategia– de actuar en solitario, visto la parálisis parlamentaria que enfrenta la iniciativa. El anuncio de ayer se transformará no sólo en parte fundamental de su legado, sino en la clave para que los demócratas conserven el determinante voto de este colectivo en las elecciones presidenciales de 2016.

Fuente: Diario BAE