Por falta de rentabilidad, SanCor abandona el negocio de la leche en sachet

La empresa SanCor no venderá más leche en sachets porque aseguran que “no es rentable”. Esta semana dejará de hacerse la leche entera y luego se descontinuará la descremada. En tanto, la medida se toma a cuatro meses de que haya dejado de ser una cooperativa, para pasar a manos de Adecoagro, que tiene el control total sobre la tradicional firma láctea argentina.

Parecía el final de una crónica anunciada, ya que luego de años de desmanejos, la única salida era la extinción de una empresa con historia y presencia en las góndolas argentinas. Pero no, con la conversión de cooperativa a Sociedad Anónima, Sancor se vendió por completo a Adecoagro y sigue viva.

De esta manera, pasa al olvido oficialmente la SanCor Cooperativas Unidas Limitada, la empresa que todos conocimos durante años en el imaginario de cada consumidor y que, más allá de toda opinión, posiblemente esta haya sido la mejor (o única) salida decorosa a un proceso que la llevó al último escalón antes de desaparecer.

Desde ahora, como SA, se transferirá todas las plantas productivas, el personal por completo, los centros logísticos y todas las marcas a Adecoagro SA, que se queda con el 90 por ciento de las acciones, según especificó el comunicado de la ahora ex cooperativa. "Es otra instancia cumplida de las contempladas en el marco del Plan SanCor, dando continuidad al plan de reestructuración organizativa de la Cooperativa", señalaron desde Rafaela.

"Finalizada esta operación, SanCor continuará su actividad productiva como Cooperativa de productores de leche, gestionando la materia prima producida por sus asociados y promoviendo el desarrollo lechero a través de la asistencia técnica y la prestación de servicios relacionados", detalla la información oficial que, se espera que Sancor transferirá a la nueva sociedad denominada “SanCor Industrias Lácteas SA”, las diez plantas industriales, losdos centros logísticos, las marcas comerciales y los más de 2.800 empleados.

Fuente: El Intransigente