Por insumos dolarizados se desacelera la obra privada

En lo que representa otro efecto de la devaluación, los emprendimientos de construcción privada se desacelerarán en el corto plazo debido a los fuertes aumentos que se verifican en los insumos dolarizados y que modificaron las estructuras de costos de las empresas.

Así lo reveló ayer a BAE Negocios el presidente de la Cámara Argentina de la Construcción, Gustavo Weiss, quien expresó que si bien "el impacto de una devaluación en las obras no es automático, en el corto plazo las obras privadas se van a demorar porque habrá un análisis de los nuevos costos de los emprendimientos".

La situación afectará a nivel nacional a proyectos en marcha como los del "sistema en boca de pozo" o de barrios residenciales, por citar dos ejemplos. Incluso, Weiss señaló que "el nuevo marco de la economía puede hacer repensar proyectos que se iban a iniciar por el incrementos de los precios", atado a la valuación de la divisa estadounidense.

Sobre los precios actuales y futuros de los insumos, Weiss indicó que "no hay un cálculo de los aumentos porque no llegaron todavía los listados en su totalidad. Subieron los materiales eléctricos que no se producen en el país, porque por ejemplo, el cobre es importado de Chile. Y se incrementó el costo de las máquinas importadas para triturar la piedra que termina siendo el cemento".

En este escenario, se deben sumar los insumos que se rigen por el precio internacional como el acero y el aluminio. "Los proveedores de la construcción están observando cómo se acomoda el dólar. Si se queda en torno a los 25 pesos o sube más. Hasta que no haya mayor claridad, muchas empresas no entregan los listados y las obras privadas se demoran", afirmó el directivo.

Por lógica consecuencia, la obra pública también se encarecerá para el Estado, ya que los insumos verán incrementados su valor. De acuerdo con otras fuentes sectoriales consultadas, el impacto en el empleo no está descartado tanto a nivel de los proyectos públicos o privados. Por otro lado, la mayor expectativa de la industria de la construcción es que el ahorro del gasto público anunciado por el Gobierno (que significará menos obra pública) se vea compensado en el mediano plazo por los planes de Participación Público Privada.

"Hoy se está trabajando al máximo de las capacidades, tanto de maquinarias como del personal y proveedores. Los contratos en ejecución no se pueden detener. Lo que creo es que se va a disminuir el ritmo de licitaciones nuevas que venía muy fuerte, pero no va a repercutir para nada en el presente ni el futuro cercano", señalaron las fuentes a este medio. Para dimensionar la magnitud del recorte, significa la mitad de lo que el Gobierno preveía gastar en inversión real directa (IRD) en todo 2018.

Los gobernadores tomaron nota de esta mala noticia. En la última medición dada a conocer por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC), la actividad de la construcción creció en marzo pasado un 8,3%, en forma interanual, registrando 13 meses de alza. Según el informe del Indicador Sintético de la Actividad de la Construcción (ISAC), acumula en el año una suba del 14,3%. El indicador mostró una fuerte desaceleración tras el registro del 16,6% de febrero y alzas consecutivas en los últimos doce meses por encima de los dos dígitos.

Fuente: Diario BAE