Por la crisis, no habrá colectivos nocturnos en el interior

Desde anoche, se declaró un paro nacional de colectivos de corta y media distancia en todo el país. En algunas provincias se cambió el horario de salida de los chicos en las escuelas para adecuarse a la falta de transporte. El reclamo se mantiene porque los gremios intentan cerrar la paritaria de 2018 y los empresarios explican que, sin subsidios, no pueden pagar las subas salariales. Ya no pueden trasladar los aumentos a los boletos, que en algunas provincias llegan a $42 el tramo.

En la Federación Argentina de Transportadores por Automotor de Pasajeros (FATAP), el gerente Marcelo Hase, explicó a BAE Negocios: "El Gobierno hizo una separación muy fuerte en la asistencia al transporte público de pasajeros, sólo asiste al área metropolitana. Por la ley 27.467 le quitó las tasas de combustibles, que es el ingreso más significativo que recibían todas las provincias".

La Ciudad de Buenos Aires y 42 municipios bonaerenses no están de paro, porque tienen el tema resuelto. El Gobierno se comprometió a transferir un cuarto de los subsidios que necesitan, el otro 25% surgiría del aumento de tarifas y el 50% lo deben aportar las provincias. "Hay provincias que no cobraron los subsidios y otras como Santa Cruz, Santiago del Estero, Formosa, Chaco, La Pampa y San Luis no firmaron el convenio de la Nación. No aceptan el traspaso", explican en FATAP.

En las provincias, los gobernadores e intendentes coinciden en que ya no pueden subir más el precio del boleto de colectivo. En menos de un mes, en Santiago del Estero la tarifa pasó de $11 a $19,50; en Corrientes, de $11 a $19. En Misiones el boleto alcanza los $42 en Candelaria; Garupá $36; $30 en Puerto Iguazú; $28 en Posadas y Oberá. En Cipoletti un boleto cuesta $27,50 y $27 en Bariloche. En Bahía Blanca $25,25; $23,70 en Córdoba Capital; Rosario $23,17; Merlo en San Luis $23 y Paraná $22,80.

"A la hora de cerrar paritarias nos sentábamos con el sindicato y el gobierno nacional, ahora hay que llamar a cada una de las provincias y dicen que no tienen plata y no quieren asumir otra responsabilidad. El Estado se quedó con los impuestos por combustible, las provincias no tienen plata y es imposible seguir aumentando el boleto", explica el gerente.

Las empresas del sector atraviesan una grave crisis, algunas como ERSA que opera en varias provincias tuvieron que pedir el procedimiento preventivo de crisis, otras directamente dejaron de operar como ocurrió en La Pampa, Río Gallegos y Ushuaia. No hay renovación de unidades, por eso se produjeron cierres como el de Metalpar, el principal fabricante de carrocerías del país.

Otro tema es la liberación del precio de combustibles, que según el tipo euro 3 y euro 5, se paga a $40 el litro. Un tanque de combustible de 5.000 litros que dura un día y medio cuesta $250.000 y deben pagarlo en efectivo.

"Tuvimos una fuerte caída de pasajeros del 14% en 2018. En el interior, venden motos por cuotas muy bajas. Y a los autos compartidos que ya prestaban servicios en provincias como Jujuy, se sumaron motos taxis en el norte. Esta competencia, sumada a la caída de la actividad económica es un grave problema", explica Hase. El jueves hay una nueva audiencia y esperan que el conflicto se resuelva.

Fuente: BAE Negocios