Pymes industriales se verán afectadas por el ajuste y complica al máximo al sector

Una gran parte de la actividad industrial recibirá un nuevo golpe a la competitividad del sector con el ajuste extra a las tarifas de gas que el Gobierno ratificó ayer. Los usuarios P1 y P2 están contemplados en el efecto "actualización dolarizada" del costo de distribución, lo que se sumará al fuerte incremento que sufrieron desde la puesta en marcha de la "tablita" del ex ministro Juan José Aranguren.

"Esta situación complica y mucho a la actividad", admitió el jefe de Departamento de Energía de la UIA, Alberto Calsiano. Sucede que el valor de u$s4 el millón de BTU, más los costos por transporte y distribución, que pagan las pymes que consumen menos de 500 m3 por día se verá afectado por el ajuste de 24 meses anunciado por el ministro Javier Iguacel.

Distinta es la situación de las empresas gasintensivas, quienes en mayo pasado debieron firmar contratos por un año con productores o comercializadores con un precio de u$s4,75 a u$s5 por millón de BTU. En todos los casos, el ajuste del transporte y la distribución se hace por el Índice de Precios Internos al por Mayor (IPIM), lo que significa un costo del 20% promedio para la industria.

Estas empresas ya sufrían el efecto dolarización debido a que los contratos se firman en moneda estadounidense. Varias entidades industriales habían elevado sus críticas, con reclamos por pesificación por el fuerte costo que generaba en la continuidad de muchas fábricas.

Pero el problema que surgen entre las pymes es el efecto devaluación del peso, debido a aplicación de la "tablita" de Aranguren, ya que asumieron el costo de un dólar de $22 a $39.

Con este panorama novedoso, esta tarde se reunirá la Junta Directiva de la UIA, en donde confluirán además las distintas realidades de la industria federal. Dirigentes que participan de la mesa grande fabril adelantaron que buscarán imponer en la agenda un rechazo al ajuste planteado por el Gobierno. Pero también se espera que la entidad busque abrir el diálogo con el Ejecutivo para explicarle lo perjudicial que es para el sector los costos de la energía dolarizada.

Fuente: Diario BAE