Se paralizaron la construcciones de lujo en Mendoza por la fuerte retracción en las ventas

Las desarrolladoras inmobiliarias mendocinas vienen abaratando las construcciones de departamentos ante la fuerte retracción en las ventas y desde hace dos años no impulsan edificaciones con amenities.

Piscina con churrasqueras, solarium, gimnasio y sala de reuniones pasaron a un segundo plano desde que el mercado inmobiliario se derrumbó en 2012 por el intento de pesificación del sector.

Fernando Porreta, de la filial mendocina de la Cámara Argentina de la Construcción, dijo que desde "hace dos años que casi no se construye este tipo de edificios en la provincia", al referirse a los edificios de lujo.

"En parte tiene que ver con el bajo nivel de ventas, pero también se relaciona con las pobres condiciones de financiamiento con altas tasas de interés que encuentran las empresas inversionistas, explicó al diario Los Andes.

Jorge Panella, dueño de una empresa constructora, reconoció que los amenities hoy no forman parte de la construcción mendocina, "salvo algunas excepciones" que buscan a los clientes del sector más rico de la población.

"Sólo se están construyendo por fideicomisos que forman grupos de profesionales. Hacen trabajos en negro y consiguen concluir la obra con un costo 40 por ciento menor al que debemos enfrentar las constructoras", denunció.

El desarrollo inmobiliario se ve complicado por la falta de financiación, la inflación que determina un fuerte aumento el costo de los proyectos, la devaluación y la falta de previsibilidad económica, coinciden los referentes del mercado.

Para los expertos, la imposibilidad de establecer el precio de venta de una construcción con anticipación, elimina casi cualquier posiblidad de venta previa.

Hugo Gamboa, otro referente del sector de la construcción en Mendoza, señaló que "un proyecto grande tarda dos años en construirse. Con la economía argentina es imposible fijar un valor con tanta anticipación. De ahí que se opta por no construir".

"Ni el vendedor ni el comprador saben cómo comercializar este tipo de propiedades cuando la inflación de materiales ha sido un 42% en un año y es difícil fijar el costo de la mano de obra", coincidió Porreta.

Fuente: NA