SEMINARIO PROPYMES

Señal de Lousteau a los pequeños empresarios: "Este modelo es sano"

El empresario dio rodeos pero Paolo Rocca lo agarró al vuelo: "¿ Usted me está preguntando si voy a vender mi empresa? No quiero vender la empresa porque tengo confianza en el negocio. Es bueno que vengan inversores extranjeros, generan competencia. Pero nuestra respuesta a esa realidad es la inversión".

Rocca es el presidente del Grupo Techint, el mayor conglomerado industrial de la Argentina y líder mundial en el mercado del acero con una facturación de US$ 20.000 millones y una dotación de 60.000 empleados en el mundo. "Nunca va a tirar la toalla", se entusiasmó un pyme rosarino que lo escuchaba.

Ayer Rocca disertó en el seminario Propymes que cobija a más de 300 empresas proveedoras de Techint. Ese fue el escenario elegido para que el flamante ministro Martín Lousteau diera su primer discurso ante los privados.

Y en un auditorio colmado de dueños de pymes en el Hilton, dijo: "Este modelo económico es sano y su sanidad está basada en un tipo de cambio competitivo y un superávit fiscal que minimizó el impacto de una situación financiera internacional sumamente difícil".

También remarcó la importancia de "dejar atrás" el camino de la volatilidad, que "tanto daño" le generó a la economía argentina, entorpeciendo la gestión y "degradando la capacidad de acción del Estado. Estuvimos 30 años sin desarrollarnos y, ahora, por primera vez en 107 años llevamos 5 consecutivos de crecimiento. La eterna volatilidad de la economía argentina generó un tipo de empresario poco dispuesto a invertir", amplió.

En primera fila el ministro de Ciencia y Tecnología Lino Barañao, el secretario de Industria Fernando Fraguío, y el jefe de la UIA, Juan Carlos Lascurain aplaudieron con ganas.

En ese momento, el ministro reprochó a los tamberos la "poca disposición al diálogo con un gobierno que recién se inicia". Lousteau habló con el tono de jóvenes K y sin papeles, mientras Rocca anotaba.

Cuando lo precedió, Rocca mostró su agenda. "Queremos un continente que en lugar de exportar materia prima e importar productos manufacturados, pueda dar valor agregado a su producción y así apostamos a una integración industrial en la cual confluyan todos los sectores de la economía".

Hacia delante trazó el siguiente panorama: "Creo que hay enormes espacios de crecimiento. Veo una oportunidad en la relación con Brasil y una amenaza en la relación con China".

Y culminó llamando a sus proveedores a invertir. Lo hizo de este modo: "Me parece que el desafío es la inversión, para abastecer una demanda creciente de bienes industriales. Si queremos sostener el crecimiento del país, necesitamos seguir invirtiendo". En lo que pudo sonar música a los oídos de Cristina Kirchner apuntó: "Confío que en los próximos años las oportunidades se van a mantener o a ampliar".

A la hora del cóctel hubo una presencia que causó revuelo. Alicia Castro, embajadora en Venezuela, se llevaba el dedo índice a la boca en el clásico gesto de silencio. "No haré ningún comentario", repetía a los que querían saber más sobre el escándalo de la valija venezolana. (IECO)