Theresa May analiza esquivar al Parlamento para activar el Brexit

La premier conservadora de Gran Bretaña, Theresa May, apretó el acelerador para desmentir las previsiones de un supuesto retraso en el proceso de divorcio de la Unión Europea (UE) y convocó a una reunión de gobierno para preparar los detalles, informó hoy la prensa en Londres.

De acuerdo al Sunday Telegraph, May pedirá todos sus ministros elaborar planes detallados para garantizar la aplicación en las respectivas áreas de la desvinculación de Bruselas en los términos más favorables posibles.

La reunión está prevista para fin de mes, es decir la semana próxima, tras el regreso de la premier de sus vacaciones en los alpes suizos.

En tanto, el Mail on Sunday escribió que el objetivo apunta a evitar el obstruccionismo de funcionarios ministeriales contrarios al Brexit. El 23 de junio pasado 17,6 millones de ciudadanos votaron a favor de la salida del bloque y 16 millones en contra.

Según el periódico conservador The Daily Telegraph, que no cita fuentes, May pretende evitar someterse al visto bueno de los diputados británicos, gran parte de los cuales defendieron la permanencia del Reino Unido en la UE.

Una fuente de Downing Street, citada por la agencia británica PA, rechazó la información del Daily Telegraph.

Theresa May "está determinada a poner en marcha la decisión tomada por la población" durante el referéndum, se limitó a agregar esta fuente.

La Alta Corte de Justicia de Londres deberá, sin embargo, decidir en octubre si Theresa May puede activar el artículo 50 del Tratado de Lisboa, que lanzará el procedimiento de divorcio con la UE sin votación previa del Parlamento.

May, que en la campaña se pronunció por permanecer aunque desde siempre fue una europeísta escéptica, no parece estar dispuesta a someter a la aprobación del Parlamento tras prometer desde el inicio negociaciones formales para comenzar el camino de la separación de la UE.

Si las señales se confirman, es probable que la primera pieza de ajedrez -el artículo 50 del Tratado de Lisboa que prevé un plazo de dos años para la salida- será puesta en movimiento por Downing Street en los primeros meses de 2017.

Más aún cuando los temidos contragolpes sobre la economía de la isla británica en el marco de las incertidumbres evocadas como consecuencia del Brexit se materializaron escasamente.

En las negociaciones con Bruselas está pendiente el informe de la inmigración, justo porque la contención del flujo de refugiados de la parte continental fue uno de las razones del portazo al bloque.

Pero cerrar las puertas a la libre circulación significa quedar afuera del lucrativo mercado único.

Los datos oficiales sobre los migrantes demuestran que la cifra de nuevos ingresos a Gran Bretaña quedó en los 320 mil en los últimos 12 meses y los europeos suman tres millones de un total de 8,5 millones de "extranjeros" en este país.

En tanto, el vicecanciller y ministro de Economía de Alemania, Sigmar Gabriel, dijo que no habrá tratamiento de favor para Gran Bretaña en las negociaciones del Brexit.

"El Brexit es una cosa mala, pero no golpeará tanto la economía como algunos temen", agregó Gabriel citado en la versión on line del diario Independent.

"Es más un problema psicológico y sobre todo un enorme problema político", añadió. Si la UE maneja el Brexit "de modo equivocado, estaremos en graves problemas y por eso debemos asegurar que Gran Bretaña no obtenga, por decir así, cosas lindas o una huida a sus responsabilidades", concluyó.

Fuente: Ambito.com