FINANZAS
Crece la incobrabilidad de créditos en familias de menos recursos
Todavía está lejos de representar un problema a nivel sistema. Pero las entidades que trabajan en el nicho de las familias con menos ingresos empiezan a sentir con fuerza el problema de la incobrabilidad.
Según el último informe del Banco Central, el ratio de irregularidad de los préstamos a las familias en todo el sistema apenas alcanza 2,7% del crédito, en un marco de leve reducción de saldo total de financiaciones y con mayor énfasis en las líneas al consumo. Ahora, si se toma en cuenta la información que manejan los bancos que otorgan préstamos personales a los segmentos D1 y D2, que pertenecen a la clase media baja que gana menos de $ 5.000 brutos por mes, la incobrabilidad tuvo un alza del 50% con respecto a un año atrás. Hace doce meses, la cartera de incobrables llegaba al 12% del total, y ahora pasó al 18%.
“Esto se explica por la pérdida de empleo y la caída del salario real a raíz de la inflación, que en los sectores medios fue del 5%, pero en el segmento de bajos recursos el poder adquisitivo cayó un 20%. Ante esto, lo primero que dejan de pagar es el crédito que tomaron, por eso nos estamos poniendo más exigentes y elevando el scoring de comportamiento crediticio”, analiza el vicepresidente de una entidad especializada en el sector.
“El año pasado dábamos préstamos a 48 meses, mientras ahora el plazo máximo es de 24 meses, y no estamos actualizando los montos que préstamos por inflación, sino que damos el mismo importe que en el 2013, con lo cual significa que en términos reales estamos entregando un 35% menos de plata”, confiesa el directivo.
“Los nuevos parámetros son concentrarse en los clientes con vocación de pago, que no tengan antecedentes de morosidad en las centrales de riesgo crediticias, con mayor antigüedad en el trabajo. Por otra parte, bajamos la relación cuota ingreso que antes estaba entre el 30% y 40% y en estos momentos pasó a estar entre el 25% y 30%”, comentan en el ambiente. En el mercado abierto, como denominan en la jerga a las financieras que prestan por fuera del circuito formal, la incobrabilidad llegaba al 20% de la cartera y ahora trepó al 25%.
“En este segmento, si tenés un 15% de gente que no te paga significa que estás muy bien, por eso es que predominan los pagos semanales, con tasas del 10% cada siete días. Pero a la persona le rinde, porque por ejemplo le dan $ 5.000 para comprar telas para hacer jeans, que en una semana los vende en La Salada por $ 20.000, por lo tanto puede pagar esos $ 500 semanales de tasa. En realidad, la gente no se fija en la tasa nominal anual, que sería del 480%, sino si pueden pagar la cuota o no”, analiza un especialista en créditos al consumo.
“El segmento de clase media baja te insume muchos costos fijos, ya que de cada diez personas que vienen a pedirte un préstamo se lo concedés sólo a una, porque las demás no califican. Además, es gente que no tiene acreditado el sueldo con vos, no está acostumbrada a operar a través de Internet, y demora en completar los formularios, por lo que necesitás mucha mano de obra intensiva, que te encarece los costos operativos, que representa 20 puntos más de tasa que le tenés que cobrar”, detallan en la City.
Fuente: Cronista.com