ECONOMÍA

Apenas un 6 por ciento de los campos productivos argentinos están asegurados contra sequía

La mayoría de las hectáreas se asegura contra granizo. En la mejor zona agrícola, los márgenes permiten asegurar más. En Brasil, la falta de agua está cubierta, con subsidio.

Los productores que tomaron seguros contra sequía el año pasado lo hicieron por menos del 6% del total de las hectáreas cultivadas en el país, poco más de 30 millones en total.

Con su exhorto a que inviertan en seguros agropecuarios, la presidenta Cristina Fernández desató las críticas del campo, que siempre tiene el estandarte de pagar 35% de retenciones por las exportaciones de soja. Si bien los aseguradores opinan que los productores podrían invertir más en este rubro, las probabilidades de que ocurra el siniestro y el poco beneficio que ven en la oferta de este tipo de seguros los detiene. “Es parte de su cultura”, agrega Guillermo Rotger, del grupo asegurador La Segunda, una de las líderes del mercado.

Si bien las realidades de cada cultivo y cada zona son diferentes (de ahí la diversidad en el monto de las primas) los datos dan cuenta de que 19 millones de hectáreas fueron aseguradas para la cosecha de 2010 (últimos datos oficiales disponibles), que representan aproximadamente un 60% de la superficie sembrada del país. Y de ese total, más del 90% de las primas emitidas fue contra granizo o granizo con adicionales, en un mercado que movió $ 812 millones en ventas de primas.

El productor, en general, no espera que se produzca una sequía, o no lo hace en la magnitud en que a veces sucede. Y maneja los mismos pronósticos que las empresas, que para cuando se ven con el siniestro cerca, ya dejaron de asegurar.

El seguro multirriesgo (que llega a duplicar el valor del seguro contra granizo) es la única forma de protegerse contra la sequía y para tomarlo, hay que comprarlo cuando se está por decidir la siembra o sólo algunas semanas después. Porque a partir de ese momento, los pronósticos ya dan una tendencia.

La cobertura contra granizo, por el contrario se puede tomar hasta un día antes de cosechar.

Otra diferencia sustancial es que, mientras el multirriesgo asegura por rendimiento, el de granizo lo hace por daño. En concreto: en el primero le pagarán por lo que no pasó y en el segundo, por lo que pasó. Eso hace al seguro multirriesgo menos atractivo para el productor, porque pretende que la empresa lo asegure por lo que él espera cosechar. Por el contrario, según Carlos Hoffman, de SanCor Seguros, el seguro se otorga sobre los rendimientos promedio históricos de la zona, “y sobre eso, se asegura un porcentaje que no supera el 70%” de ese rendimiento.

En este punto, además, vuelven a diferir las realidades de un gran productor y uno de menor escala; uno del norte del país y otro del centro de Buenos Aires.

Para Rotger, en la zona núcleo pampeana, “los márgenes son muy buenos” y aún así “no se pide multirriesgo”.

Hoffman, por su parte, destacó el caso de Brasil, donde los seguros multirriesgo cubren casi el total de las primas, subsidiados por la nación y los estados. El subsidio en San Pablo, por ejemplo, alcanza, el 70% de las primas vendidas, indicó.

Fuente: Cronista.com