ECONOMÍA

Argentina es uno de los diez mayores destinos de la inversión minera mundial

La inversión minera en la Argentina cobró impulso a fines de los noventa y logró posicionar al país en 2010 como uno de los 10 mayores destinos de las inversiones en el sector a nivel mundial, posición que mantiene con explotaciones como Veladero, Cerro Vanguardia y Bajo La Alumbrera, y proyectos como Pascua Lama, Agua Rica y El Pachón.

De la mano de un nuevo marco regulatorio, capitales internacionales, especialmente canadienses y australianos y, en menor medida, locales, colocaron en el país inversiones que alcanzan el 3% del total presupuestado para proyectos exploratorios mineros a nivel mundial y el 7% en América latina. De esta forma, la Argentina llegó, inclusive a desplazar a un país con tradición minera como Sudáfrica.

El crecimiento del país y la región como destino de las inversiones auguran un futuro de crecimiento para la actividad.

La principal condición que posiciona a América latina como un destino atractivo para las inversiones mineras es su gran ventaja en cuanto a su potencial geológico.

Por otro lado, los países más relevantes de la región implementaron, desde principios de la década del ‘90, un marco jurídico propicio para las inversiones, que arrojó resultados favorables.

Hoy, América latina es la región que por sí sola más inversiones concentra en materia minera. El 27% de los presupuestos mineros exploratorios mundiales están concentrados en la región. El 19% se ubica en Canadá; el 13% en África; el 12% en Australia; el 8% en Estados Unidos, el 7% en la región Asia-Pacífico y el 14% en el resto del mundo, según un análisis de la consultora Abeceb. Actualmente, los excedentes de producción de América latina son casi excluyentemente los que sostienen el déficit estructural de la minería asiática.

Dentro del este contexto internacional, el sector minero en la Argentina a alcanzado un renovado dinamismo durante la última década. Esto se relaciona, por un lado, con su potencial geológico y, por otro, con la adopción de un marco jurídico propicio –la Ley de Promoción Minera– que estableció una serie de instrumentos para la facilitación de la actividad, entre ellos, la estabilidad fiscal por 30 años.

El desempeño productivo del sector tomó un fuerte impulso a partir de 1998, con el inicio de las operaciones de dos grandes proyectos metalíferos: Bajo La Alumbrera (Catamarca) y Cerro Vanguardia (Santa Cruz). Otro salto relevante se registró, en paralelo,en 2006 a partir del inicio de las operaciones del proyecto de oro y plata Veladero, en San Juan.

Fuente: Cronista.com