INTERNACIONAL

Brasil retoma la idea de reformar el sistema tributario

La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, dijo al Congreso que una gran reforma del complejo sistema tributario de su país es esencial para asegurar un crecimiento económico sustentable.

La medida es parte de un esfuerzo más amplio por parte del Gobierno de Rousseff, quien asumió su mandato el 1 de enero, para ayudar a compensar el creciente costo de hacer negocios en Brasil, mientras la tasa de interés se encamina a subir más en los próximos meses.

La pragmática funcionaria pública de carrera no dijo si bosquejará una nueva propuesta o si revivirá proyectos de ley estancados en el Congreso, pero afirmó que el objetivo era simplificar y racionalizar el sistema y otorgar recortes tributarios para estimular el crecimiento, la inversión y la demanda de bienes de consumo.

En su primer discurso ante el Congreso desde que asumió su mandato, la mandataria también prometió una disciplina fiscal estricta para controlar la inflación.

"La continuación de una política macroeconómica con equilibrio fiscal, medidas firmes para controlar la inflación y rigor en el uso del dinero de impuestos serán uno de los pilares de este Gobierno", dijo Rousseff.

Sus comentarios coinciden con la creciente preocupación de los inversores por las crecientes presiones inflacionarias y el aumento de las expectativas respecto a los recortes presupuestarios planeados y que serán anunciados la próxima semana.

Las previsiones para el referencial Indice Nacional de Precios al Consumidor Amplio de Brasil (IPCA) , el principal indicador de inflación de país, subió a un 5,64 por ciento la semana pasada desde un 5,53 por ciento la semana anterior, según el sondeo semanal Focus del Banco Central entre entidades financieras publicado el lunes.

El Gobierno espera que sus recortes presupuestarios planeados resten algunos de los estímulos que impulsan el crecimiento y la inflación, allanando el camino para menores tasas de interés en el futuro.

El ministro de Hacienda, Guido Mantega, dijo que el Gobierno cumplirá con sus metas presupuestarias en el 2011.

El déficit presupuestario nominal caería a un 1,8 por ciento del producto interno bruto (PIB), desde un 2,56 por ciento del PIB el año pasado, sostuvo Mantega durante un discurso ante ministros de Gobierno en Brasilia.

"En la medida en que reducimos el gasto del Gobierno, abrimos espacio para exenciones impositivas o una reducción de la tasa de interés", declaró Mantega.

Funcionarios del Ministerio de Hacienda están preocupados de que un mayor endurecimiento monetario para contener la inflación pueda atraer más capital extranjero al país, que ya lucha con una moneda local sobrevalorada.

El fuerte real ha hecho más difícil a los productores exportar sus bienes, mientras que ha dado una mayor facilidad para importar.

"Tenemos que (inducir) exportaciones para que crezcan más que las importaciones", agregó Mantega.

(Ambito.com)