PyMEs

CAME alertó que las presiones fiscales de las provincias repercuten en las PyMEs

La Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) alertó hoy que si las provincias y los municipios "insisten en seguir sumando ingresos fiscales a costa de asfixiar el trabajo de las pymes", se va a producir una "rebelión fiscal" de los empresarios.

Según la entidad, "la carga tributaria es insostenible para los pequeños y medianos empresarios. La anarquía fiscal que hay en las provincias y municipios requiere de un ordenamiento urgente que permita a las empresas planificar y producir sin la amenaza fiscal permanente de los gobiernos locales".

CAME recordó que la reciente protesta con cese de actividades en Ushuaia contra la reforma impositiva que impulsa Tierra del Fuego, "es un ejemplo del agotamiento de productores y comerciantes por las subas de impuestos recurrentes que vienen soportando en su actividad económica".

En un comunicado, la entidad advirtió que la situación "es preocupante: hay 18 provincias que aprobaron o tienen en estudio incrementos en las tasas de Ingresos Brutos", un impuesto que "se mueve en sintonía directa con la actividad económica. Y de allí ingresa el 75 por ciento de los recursos propios de las provincias".

"Lógicamente que cuando caen las ventas, cae la recaudación propia de las provincias y se siente", añadió.

En ese sentido, CAME sostuvo que los gobernadores "creen que esa merma pueden resolverla subiendo las alícuotas, sin reparar en la fragilidad que provoca la menor demanda en las pymes".

"Así, mientras muchas pequeñas y medianas empresas hacen equilibrio para acomodarse hasta que la actividad repunte, reciben un castigo fiscal insostenible", agregó.

Además, aseguró que "centenares de municipios están aumentando sus tasas o incorporando nuevas".

En este marco, CAME enfatizó que la presión fiscal en la Argentina "se encuentra en niveles históricos. Nunca se presionó tanto sobre la producción".

"El año pasado, la recaudación nacional alcanzó los 540.130 millones de pesos, equivalente a 29,3 por ciento del PBI. En 2001, la recaudación nacional representaba solo 16,8 por ciento del PBI. Es decir, la presión fiscal subió 12,5 puntos porcentuales en 10 años. Si se suma además lo que cobran provincias y municipios, estamos hablando de una presión tributaria de casi 35 por ciento", explicó la entidad.

A la vez, indicó que a esta situación se suma "un agravante: un tercio del producto argentino se genera en la informalidad, eximido de todo gravamen. Es decir, los que pagan efectivamente sus impuestos en la Argentina enfrentan una carga real promedio del 45 al 46 por ciento del PBI".

Fuente: Terra