Con ajuste a universidades, provincias y jubilados, se cumplió la meta fiscal

Marzo terminó con un superávit primario de $625.034 millones y de esa forma el Gobierno sobrecumplió, por mucho, la meta fiscal pautada por el FMI: el objetivo del Fondo exigía un positivo de $0,9 billones y finalmente el Gobierno logró uno de $3,8 billones que le da margen para también alcanzar el del segundo trimestre, que exige $1,9 billones. Lo hizo gracias a un fuerte recorte en el gasto en jubilaciones, en las transferencias a las provincias, la obra pública, los subsidios económicos y los envíos a las universidades. Sumado al resultado positivo en el balance comercial externo, el primer trimestre cerró con superávits gemelos.

Un tema central de la agenda política de la semana mostró un capítulo clave con la publicación del resultado fiscal de marzo: el recorte a las transferencias a universidades fue del 20% real interanual durante el mes. Eso, tomando en cuenta una proyección de inflación de 11% en marzo, en línea con el REM del BCRA, que haría redondear una interanual de 297%. Las transferencias a las universidades nacionales crecieron 217,3% en el mes, bien por debajo de los precios.

Algo incluso más acentuado mostraron las transferencias a las provincias, el otro gran eje de conflicto que el Gobierno ya viene enfrentando y que tendrá agenda esta semana, con la negociación y el debate en el Congreso por la Ley de Bases y el paquete fiscal. Los envíos discrecionales a los gobernadores cayeron 5,6% nominal, es decir 76,1% real, en paralelo con una coparticipación que se desplomó por la quita de Ganancias a los trabajadores, y con las recaudaciones provinciales que sufrieron el impacto de la recesión.

No se quedaron atrás las jubilaciones, que sufrieron una contracción de 32,5% real, dada una mejora nominal de apenas 168%. De esa forma, las prestaciones sociales, que además incluyen a la AUH, las pensiones no contributivas y otros programas cayeron un 22,9%.

La obra pública fue por lejos el sector que sufrió la peor caída en términos reales durante marzo, en la comparación interanual. De hecho, la baja en términos nominales ya fue de por sí abultada y de un 47,9%, lo que implicó un ajuste en términos reales del 86,9%. Un número extraordinario, que por cierto el presidente Javier Milei celebró en la cadena nacional con la que anunció el superávit fiscal de 0,2% del PBI que el Gobierno logró redondear en el primer trimestre. “Se gastaba dinero de los contribuyentes en rutas que no conducían a ningún lado”, dijo.

Ese recorte en la obra pública incluyó una caída de 87,6% en las obras para educación y otro del 99,8% en viviendas, además de fuertes ajustes en las de energía, transporte y agua potable y alcantarillado.

Fuente: Diario BAE