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De Vido inauguró una usina que funciona con biodiesel

El ministro de Planificación Federal, Julio De Vido, dejó inaugurada ayer en la ciudad de San Nicolás la primera planta inyectora de biodiesel para generar energía de ciclo combinado que la empresa AES Argentina tiene en esa localidad bonaerense.

“Queremos un país industrial, porque la industrialización significa la inclusión social y ésta significa el desarrollo social, cultural, político y económico de la Argentina”, dijo De Vido ante un numeroso auditorio compuesto por representantes de distintos sectores sociales de San Nicolás, así como operarios, empleados y directivos de AES.

De Vido redondeó que “la energía es desarrollo, es progreso económico, es creación de fuentes de trabajo y, fundamentalmente, es un resorte estratégico del Estado para marcar los ejes hacia dónde el país quiere crecer y desarrollarse”.

La presidenta Cristina Fernández iba a presidir la ceremonia, pero canceló su vuelo por cuestiones climáticas. Asistieron también el gobernador bonaerense, Daniel Scioli; el intendente de San Nicolás, Marcelo Carignani, y el diputado nacional del Frente para la Victoria, José María Díaz Bancalari, oriundo de esa ciudad bonaerense.

AES es una de las más grandes compañías energéticas del mundo, con operaciones en 29 países de cinco continentes, y sus plantas generadoras y distribuidoras tienen la capacidad de aportar energía a 100 millones de personas en todo el mundo.

AES Argentina es uno de los tres principales inversores del sector eléctrico nacional y opera nueve plantas de generación, con una capacidad instalada de 2.828 megavatios, aproximadamente el 10% de la capacidad instalada en el país, y brinda servicios a casi 500 mil clientes.

Deuda histórica. De Vido consideró que “esta usina de San Nicolás tiene un profundo significado histórico para la Argentina, ya que era el núcleo duro básico central del Primer Plan Quinquenal en materia energética” en referencia al implementado por el gobierno de Juan Domingo Perón que contenía una minuciosa planificación en materia de infraestructura.

De Vido precisó que “lamentablemente, después del golpe de 1955, más exactamente en 1957 se inauguró esta central térmica, que tuvo y tiene un significado fundamental en la industria energética argentina”.

Así “se fueron concatenando distintos hechos como la inauguración en 1961, también mucho después de que fuera planificada, de los primeros altos hornos de Somisa, que hicieron de San Nicolás y de esta cuenca del río Paraná, junto al centro fabril de Córdoba, el corazón industrial de la Argentina”.

Más adelante, el ministro precisó que “no se hubiera instalado la central nuclear de Atucha, aquí en Lima, si no hubieran estado los altos hornos nicoleños y si no se hubiera contado con esta usina”.

Recordó que “la usina termoeléctrica de Sorrento, en Rosario, también estaba en el Primer Plan Quinquenal y la tocó en suerte al general Perón inaugurarla en 1974, dieciocho o veinte años después de que la hubiera proyectado”.

(La Capital)