E-Bay vendió Skype

Hasta ayer, los analistas del sector auguraban un exitoso futuro para este tipo de negocio y hasta aseguraban que para 2010 el mundo iba a cambiar el teléfono por la computadora. Sin embargo, el crecimiento no fue el esperado y salió a la luz ayer, cuando se conoció que Skype, pionero en esta modalidad de comunicación que permite hacer llamadas a teléfonos en cualquier parte del mundo y de cualquier duración, se vendió por u$s 350 millones menos que el valor por el cual fue adquirido por la plataforma de compraventa on line en 2005.

Si ese mercado fuera realmente tan prometedor como advertían años atrás los especialistas en internet, no se entiende por qué eBay se desprendería de semejante activo a pérdida.

Algunos especialistas consultados por este diario opinaron que el modelo de negocio de Skype -prácticamente gratuito- aún no es rentable. Al menos fuera del mercado estadounidense, esta propuesta de comunicación no tuvo la repercusión esperada: Skype -líder en ese mercado- sólo ostenta el 4% del tráfico mundial de comunicaciones telefónicas.

«Está claro que para eBay no fue un buen negocio la compra de Skype. Prácticamente, no le reportó ganancias y tampoco cumplió con el objetivo de potenciar el negocio de su plataforma de compraventa on line», explicó a este diario Juan Pablo Bruzzo, CEO de Dinero Mail, y agregó: «eBay esperaba que Skype incrementara el número de las transacciones, facilitando la comunicación entre compradores y vendedores, pero ese negocio nunca creció ni tuvo la repercusión esperada».

Además de Skype, otros jugadores intentaron meterse en el mercado de llamadas on line. Jajah y Gmail Chat -la plataforma de comunicaciones de Google- ganaron mercado en el último tiempo ya que, a diferencia de Skype, no es necesario bajar una aplicación a la PC para poder usarlo y las llamadas se inician desde internet, pero pueden derivarse al móvil o al fijo.

El uso de estas aplicaciones en la Argentina es escaso, sobre todo si se lo compara con el vertiginoso crecimiento de la telefonía celular, uno de los pocos sectores que ni la crisis logró frenar. «Las herramientas como Skype no lograron convencer a los argentinos; acá el número de usuarios es muy bajo», aseguró Patricia Jebsen, CEO de Masoportu .

Tampoco en el segmento corporativo las llamadas on line tuvieron éxito.

Otros especialistas atribuyen el fracaso del servicio de llamadas on line al factor tiempo. «Que en cuatro años la valuación de Skype no haya aumentado deja en evidencia que el crecimiento proyectado para el mediano plazo no era posible. Se trata de productos a los que les falta difusión. Pero es cuestión de tiempo para que la gente se anime a probar este método y su uso se haga masivo», explicó Horacio Duhalde, especialista en tecnología de comunicaciones.

Coincide Marcos Pueyrredón, CEO de la desarrolladora de soluciones en e-bussines Latinvia: «Skype es el exponente de uno de los cambios más importantes de los modelos de negocios en la economía tradicional. Las industrias o sectores que no incluyan activamente internet en su forma de trabajar y hacer negocios están condenadas al fracaso».

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Hasta ayer, los analistas del sector auguraban un exitoso futuro para este tipo de negocio y hasta aseguraban que para 2010 el mundo iba a cambiar el teléfono por la computadora. Sin embargo, el crecimiento no fue el esperado y salió a la luz ayer, cuando se conoció que Skype, pionero en esta modalidad de comunicación que permite hacer llamadas a teléfonos en cualquier parte del mundo y de cualquier duración, se vendió por u$s 350 millones menos que el valor por el cual fue adquirido por la plataforma de compraventa on line en 2005.

Si ese mercado fuera realmente tan prometedor como advertían años atrás los especialistas en internet, no se entiende por qué eBay se desprendería de semejante activo a pérdida.

Algunos especialistas consultados por este diario opinaron que el modelo de negocio de Skype -prácticamente gratuito- aún no es rentable. Al menos fuera del mercado estadounidense, esta propuesta de comunicación no tuvo la repercusión esperada: Skype -líder en ese mercado- sólo ostenta el 4% del tráfico mundial de comunicaciones telefónicas.

«Está claro que para eBay no fue un buen negocio la compra de Skype. Prácticamente, no le reportó ganancias y tampoco cumplió con el objetivo de potenciar el negocio de su plataforma de compraventa on line», explicó a este diario Juan Pablo Bruzzo, CEO de Dinero Mail, y agregó: «eBay esperaba que Skype incrementara el número de las transacciones, facilitando la comunicación entre compradores y vendedores, pero ese negocio nunca creció ni tuvo la repercusión esperada».

Además de Skype, otros jugadores intentaron meterse en el mercado de llamadas on line. Jajah y Gmail Chat -la plataforma de comunicaciones de Google- ganaron mercado en el último tiempo ya que, a diferencia de Skype, no es necesario bajar una aplicación a la PC para poder usarlo y las llamadas se inician desde internet, pero pueden derivarse al móvil o al fijo.

El uso de estas aplicaciones en la Argentina es escaso, sobre todo si se lo compara con el vertiginoso crecimiento de la telefonía celular, uno de los pocos sectores que ni la crisis logró frenar. «Las herramientas como Skype no lograron convencer a los argentinos; acá el número de usuarios es muy bajo», aseguró Patricia Jebsen, CEO de Masoportu .

Tampoco en el segmento corporativo las llamadas on line tuvieron éxito.

Otros especialistas atribuyen el fracaso del servicio de llamadas on line al factor tiempo. «Que en cuatro años la valuación de Skype no haya aumentado deja en evidencia que el crecimiento proyectado para el mediano plazo no era posible. Se trata de productos a los que les falta difusión. Pero es cuestión de tiempo para que la gente se anime a probar este método y su uso se haga masivo», explicó Horacio Duhalde, especialista en tecnología de comunicaciones.

Coincide Marcos Pueyrredón, CEO de la desarrolladora de soluciones en e-bussines Latinvia: «Skype es el exponente de uno de los cambios más importantes de los modelos de negocios en la economía tradicional. Las industrias o sectores que no incluyan activamente internet en su forma de trabajar y hacer negocios están condenadas al fracaso». (ÁMBITO WEB)