“El centro de gravedad del mundo se mueve hacia el Este y hacia los países emergentes”

En la apertura del 51º Congreso Siderúrgico Latinoamericano el titular de Techint, Paolo Rocca, recordó que los países de la región reúnen el 80% del PBI que tiene la economía de China.

En la apertura del 51º Congreso Siderúrgico Latinoamericano el presidente de la Organización Techint, Paolo Rocca, hizo notar que América latina con sus 590 millones de habitantes reúne un PBI tan sólo inferior en un 20% al de China, pero el consumo per cápita de acero oscila en los 100 kilogramos al año por habitante, mientras que en ese gigantesco Estado del sudeste asiático es cuatro veces mayor.

Ante todo ese cuadro de situación, Rocca exhortó el escenario de oportunidades que afronta la siderurgia latinoamericana siempre que la región opte por un camino de crecimiento que promueva la agregación de valor, el desarrollo industrial y tecnológico y la creación de fuentes de trabajo de alta calificación e inclusión social.

Frente a ese elocuente mensaje, el también presidente saliente de la World Steel Association explicó que China supo asumir su vocación de lograr un crecimiento sustentado en la producción de bienes y que tras esa misma senda “América latina debe fortalecer la cadena competitiva de agregación de valor en sus productos, en base a una creciente incorporación de tecnología y empleo calificado”.

En un contexto nacional donde la producción de acero de la Argentina creció 37% respecto de los tres primeros trimestres de 2009, el vicepresidente 1º de ILAFA y titular de Ternium, Daniel Novegil, expresó, ante un auditorio de 1.300 ejecutivos y 800 representantes de 36 países reunidos en el hotel Hilton, que América latina crece con una potencialidad sectorial mayor a la que registran los países centrales.

En afirmación de ese dato, Rocca sintetizó que el “centro de gravedad del mundo se mueve hacia el Este y hacia los países emergentes” impulsado por un coctel de combinaciones tecnológicas, económicas y demográficas donde se aprecia que Japón, por ejemplo, presenta un nivel de envejecimiento del 35% de su población en edad laboral frente a un promedio del 11% en América latina.

Otro dato que frena el crecimiento del Primer Mundo estriba en sus excesivos niveles de deuda pública bruta, que en los países del G-7 supera el 100% de su PBI y que va en camino de exceder el 120% en 2014, mientras que en la región latinoamericana el endeudamiento se está ubicando por debajo del 50 por ciento.

Atento a la gravitación económica china, que en su producción de acero se traduce en un volumen de 600 millones de toneladas/año, ese país habitado por 1.300 millones de personas desencadenó con su crecimiento una demanda de commodities que introdujo un fuerte factor de volatilidad en el comercio mundial.

China “ha logrado en los últimos veinte años sostener un modelo de crecimiento basado en incrementos extraordinarios de productividad pero distribuyendo sólo una parte de la riqueza creada a su población, lo cual llevó a la acumulación de un nivel extraordinario de reservas”, que Rocca cifró en u$s2,7 trillones, o sea un equivalente al 20% del PBI de los Estados Unidos.

En medio de una economía de manejo férreamente centralizado, el titular de Techint advirtió que ese “modelo de crecimiento basado en un tipo de cambio subvaluado y grandes excedentes en el intercambio comercial no parece sostenible en el largo plazo, tanto por razones externas como internas”.

Su superávit de cuenta corriente este año alcanzará los u$s270.000 millones que incluye un fuerte déficit en la cuenta de materias primas, lo que estimula las economías de muchos países emergentes. Sin embargo, ese dato ha generado una primarización de las exportaciones de Brasil, rubro que pasó de una participación de 38% en el año 2000 a 50% de sus ventas externas durante este año, mientras que en México las materias primas pasaron de 19 a 24% en el comercio internacional del país azteca.

En este punto, el directivo de Techint recordó que América latina tiene un promedio de 298 investigadores en ciencias duras por millón de habitantes, contra 517 de China y 318 en Corea del Sur, a la vez que los presupuestos en investigación y desarrollo (I&D) se ubican en el 0,55% en América latina, contra el 1,27% de China y el 2,59% en Corea del Sur.

En ese congreso siderúrgico le tocó al jefe de Gobierno Porteño, Mauricio Macri, expresar el conciliador reconocimiento de que “el crecimiento económico que registró el país en los últimos años no se presentó en cien años y que el Estado debe servir a la gente y no al clientelismo”.

(El Argentino)