ECONOMÍA INTERNACIONAL

"El estado de alarma es proporcional a la rebeldía"

El presidente del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, aseguró hoy que el “estado de alarma” decretado el pasado sábado por el caos provocado por una huelga encubierta de controladores aéreos fue una “medida proporcional” ante una “abierta rebeldía” contra el orden público constitucional.

Zapatero compareció ante el Pleno extraordinario del Congreso de Diputados para explicar los motivos que llevaron a su gobierno a decretar una medida excepcional como el estado de alarma por primera vez en la democracia en medio de la parálisis del tráfico aéreo debido a una huelga encubierta de controladores.

“El gobierno agotó sus posibilidades de actuación mediante medios menos excepcionales, cumpliendo de modo estricto con el principio de proporcionalidad”, antes de decretar el estado de alarma, afirmó el jefe del Ejecutivo español.

Zapatero indicó que los controladores “obstaculizaban el ejercicio del derecho de libre circulación y paralizaban por completo uno de los servicios públicos esenciales”. “La abierta rebeldía de los controladores supuso una afrenta al orden público constitucional”, agregó.

Asimismo, el presidente del gobierno sostuvo que la medida excepcional dio resultado y consiguió lo que no había sido posible con las “facultades ordinarias” del Ejecutivo ante una situación que calificó de “calamidad pública”, ya que permitió la reapertura del espacio aéreo en menos de 24 horas.

“El gobierno que presido no dudará en utilizar, sin ignorar requisitos de proporcionalidad, todos los instrumentos del Estado de derecho para poner fin a situaciones como las que vivimos en pasado fin de semana”, advirtió Zapatero, quien acusó a los controladores aéreos de “tomar de rehenes de sus reivindicaciones al conjunto de los ciudadanos”.

El viernes pasado los controladores aéreos españoles abandonaron masivamente sus puestos de trabajo alegando bajas médicas en lo que fue considerada una huelga encubierta que obligó a cerrar el espacio aéreo, con la consecuente cancelación de 5.000 vuelos que afectó a unos 600.000 viajeros, además de provocar pérdidas millonarias aún no cuantificadas.

(El Argentino)