Empleados de petroleras solicitan participar en 30 por ciento de las ganancias

Los gremios petroleros de la Patagonia comenzarán a discutir formalmente en los próximos días la paritaria del sector con la apuesta de incorporar en el convenio una cláusula que fije el reparto a los trabajadores de hasta un 30% de las utilidades anuales de las empresas petroleras.

A cambio de esa participación –que llevaría a la práctica la idea impulsada por la CGT de Hugo Moyano a través del proyecto de ley elaborado por el diputado Héctor Recalde–, los gremios aceptarían reducir sus expectativas de recomposición salarial y acordar aumentos en torno al 20%.

La estrategia de los petroleros de cara al inminente inicio de la paritaria de la actividad fue anticipada por el titular del sindicato del Petróleo y Gas Privado de Neuquén, Río Negro y la Pampa, Guillermo Pereyra, y confirmada por referentes de las petroleras, que admitieron que el reclamo gremial ya fue adelantado en conversaciones informales previas al arranque de la discusión salarial. Pereyra, quien lidera el principal sindicato petrolero de la región patagónica, señaló que la participación de los trabajadores en el 30% de las ganancias empresarias ya fue incorporado en la renegociación del convenio colectivo con las refinerías y que ahora buscarán hacerlo extensivo a la discusión con las petroleras para el personal de los yacimientos. “Estamos conversando con YPF, Petrolera Argentina y Fox Petrol los cambios al convenio con la idea de agregar la participación de las ganancias. La negociación no es fácil, pero pensamos que vamos a lograrlo”, indicó.

Los términos de esa negociación fueron ratificados por Miguel Schvartzbaum, presidente de Petrolera Argentina, quien señaló que la idea de esa discusión es contener las demandas por subas salariales.

“Estamos viendo la manera de amortiguar los reclamos por aumentos mediante el otorgamiento de algún tipo de premio vinculado con las ganancias que registre la empresa. Lo tenemos que trabajar y bastante ya que este tipo de acuerdo tiene que ser empresa por empresa, porque está atado a la cantidad de empleados que tenga cada una de las compañías”, explicó. La pretensión empresaria de que esa herramienta sirva para reducir los reclamos salariales ya tuvo un primer efecto: Pereyra y el resto de los referentes de los gremios petroleros patagónicos tomaron distancia del pedido de aumento de 40% lanzado por la Federación nacional del sindicato y advirtieron que en su caso privilegiarán el pedido de participación en las ganancias. “Ese reclamo es una locura porque forma parte de una dirigencia alineada con la CGT de (Luis) Barrionuevo que solo busca embarrar la cancha”, juzgó Pereyra.

En tanto, Schvartzbaum sostuvo que el acuerdo que negocian en ningún caso puede implicar una superposición con el proyecto de Recalde, si esa iniciativa fuera aprobada por el Congreso, y advirtió que la posición de las empresas está muy lejos de la expectativa gremial de que se participe el 30% de las utilidades. “No hay lugar en el mundo en que eso ocurra, y si aceptara eso (por el 30%) no sería un empresario responsable”, abundó.

El modelo de negociación que impulsan los gremios petroleros podría convertirse en una referencia para la discusión en otras actividades con importante rentabilidad, como el caso de la industria automotriz, siderúrgica o sectores vinculados a la fabricación de alimentos. También el esquema podría ser alentado por el propio Sindicato de Camioneros de Moyano, el principal impulsor del proyecto de Recalde. (El Cronista.com)