Grecia no consigue efectivo para evitar caer en default

El Banco Central Europeo (BCE) elevó ayer la presión sobre Atenas al prohibir a los bancos griegos que sigan comprando deuda estatal helena, una prohibición que involucra también a los bonos a corto plazo (T-Bills), según informó una fuente del organismo europeo.Esta decisión del BCE se sustenta en la preocupación por una eventual bancarrota de Grecia que podría llevar también a la quiebra a los bancos si tienen demasiada deuda estatal en sus balances, algo de lo que ya había alertado el presidente del Bundesbank, Jens Weidmann, publicó la agencia de noticias DPA. Con esta prohibición, el BCE limita aún más el margen de juego financiero del gobierno de Atenas, por lo que la coalición de gobierno de Alexis Tsipras reclamó a la entidad que ampliara el límite de deuda a corto plazo que pueden comprar los bancos situada actualmente en 15.000 millones de euros, para poder hacer frente a sus problemas de liquidez.Esta petición fue denegada por el BCE, que fundamentó su rechazó en que esto supondría una financiación indirecta del Estado, algo que está prohibido."Esta decisión se encuentra en consonancia con las decisiones de política monetaria de no aceptar más T-Bills como aval para obtener dinero del BCE", indicó la fuente consultada.

El premier griego Tsiripas ha prometido entregar una lista completa de reformas previstas para el próximo lunes, aunque no está claro si incluirá las medidas acordadas por el gobierno anterior, como privatizaciones y cambios al sistema de pensiones.

Sin embargo, ambas reformas son amargamente rechazadas por el radical Partido Syriza de Tsipras, y sus ministros ya han detenido una serie de privatizaciones previstas.

Fuente: elcronista.com