Heller flexibiliza su propuesta para conquistar adeptos en el Congreso

Ese cambio es parte de su estrategia política para comenzar a descontar resistencias a la modificación de la antigua Ley de Entidades Financieras y convertir a la actividad en un “servicio público”.

“Decidimos correr de 8 a 10% el tope para que ningún banco pueda plantear problemas por su actual participación en el mercado, pero es necesario garantizar que no haya concentración porque eso implica un riesgo potencial importante ante cualquier crisis”, explicó Heller durante un almuerzo con periodistas en la sede del Banco Credicoop.

Según el texto del proyecto de ley de Servicios Financieros, que impulsa el bloque Nuevo Encuentro, el Banco Central sería el encargado de controlar que ninguna entidad se exceda de ese tope de participación. “Si eso ocurre, el Central le daría un plazo de dos años para adecuarse a la ley”, detalló.

Al graficar la necesidad de limitar el desarrollo de las entidades financieras en un mercado como el argentino, Heller utilizó una anécdota histórica: “Durante el gobierno de Arturo Illia, el Chase Manhattan Bank quería abrir una sucursal en Buenos Aires e Illia se negó. Lo vino a ver Nelson Rockefeller para pedir explicación e Illia le dijo: ‘Usted es tan grande que si se instala aquí va a tener más poder que yo’”.

La iniciativa, que comparte el debate en la Comisión de Finanzas de la Cámara baja con los proyectos de los diputados Federico Pinedo (PRO) y de Gerardo Milman (GEN), podría estar lista para ser discutida en el recinto en “un mes”, según estimó Heller, pero admitió que para eso deberá esperar a que la Ley de Presupuesto sea tratada en el Parlamento.

Asimismo, reconoció que deberá “haber un lobby a favor por parte de los pequeños y medianos empresarios y los usuarios”, que supere a la resistencia del mercado.

Además, buscó trazar las diferencias entre su propuesta y las otras dos en danza, y consideró que no podría haber una confluencia porque tienen “diferencias filosóficas”. Subrayó: “Nosotros creemos que debe ser un servicio público y que debe ser prestado para cubrir necesidades de interés general, y no particular, y su prestación, al igual que cualquier otro servicio público, debe funcionar para satisfacer las necesidades de las comunidades por sobre los intereses de quienes los prestan. Los otros proyectos son pro mercado”.

A diferencia de Pinedo y Milman, la propuesta de Nuevo Encuentro plantea orientar el 43% –que en el proyecto original era del 38%– de la cartera a pymes y crédito hipotecario, regular las tasas de interés y establecer criterios más restrictivos para la actuación de los bancos de capital extranjero en el país, algunos de los cuales estaban vigentes en la norma que derrocó la dictadura.

De todos modos, sostuvo que el avance de su propuesta deberá contar no sólo con el respaldo del oficialismo, y dejó entrever que existen varios legisladores opositores que votarían a favor de modificar el sistema financiero heredado de la última dictadura.

Fue el entonces ministro de Economía, Alfredo Martínez de Hoz, quien explicó el verdadero alcance de la ley impuesta en junio de 1977: “Estamos introduciendo un cambio no sólo fundamental sino realmente estructural en el sistema institucional jurídico del sistema financiero argentino”.

(El Argentino)