ECONOMÍA

Informe de Naciones Unidas estima un crecimiento de 4,5 por ciento para emergentes y de un 1 por ciento para desarrollados

La economía mundial crecerá 2,1 por ciento en 2013. Los países emergentes avanzarán 4,5 por ciento, mientras que los desarrollados lo harán un 1 por ciento. Así lo estimó ayer un informe de la División de Comercio y De-sarrollo de Naciones Unidas (Unctad). El estudio destacó algunos cambios relevantes en el escenario internacional durante los últimos años. Entre 2000-2012, los países emergentes pasaron de representar 22 por ciento del Producto global a 36 por ciento. En el mismo período, la participación de emergentes en las exportaciones mundiales subió del 32 al 45 por ciento. Las economías en desarrollo explicarán este año dos terceras partes de la expansión de la actividad global.

“El crecimiento permanecerá relativamente estable en América latina y el Caribe, en torno del tres por ciento, con la desaceleración de algunos países como México que probablemente se vea compensada por un crecimiento más rápido de la Argentina y Brasil”, puntualizó el documento. La principal causa de esta expansión es el consumo público y privado, lo que será clave para la estrategia de de-sarrollo de los países emergentes durante los próximos años. La recomendación de la entidad es dejar atrás el crecimiento impulsado por exportaciones, para concentrarse en fomentar la demanda del mercado interno. Esto se debe a que el panorama del comercio mundial no es favorable hacia adelante. Hasta el momento, las exportaciones e importaciones de economías avanzadas no recuperaron el nivel previo a la crisis financiera internacional de 2008.

En cuanto al intercambio de emergentes, hubo un mejor desempeño que se manifestó en una doble dirección. Por un lado, las exportaciones Sur-Sur avanzaron hasta representar cerca del 30 por ciento de los despachos mundiales, cuando a principios de la década pasada eran alrededor del diez. A su vez, el volumen de bienes vendidos por estos países pasó de ser la mitad del comercializado por las potencias maduras hasta un nivel casi idéntico. Sin embargo, la Unctad marcó que faltaron cambios estructurales: las exportaciones continuaron siendo mayormente de productos primarios.

“La participación de las economías en desarrollo en el PBI mundial y el comercio Sur-Sur han aumentado, pero para constituirse en su propio motor de crecimiento se requiere una reorientación de sus políticas”, apuntó el documento. El punto es que estos países que dependen en exceso de sus exportaciones deberán estimular el consumo interno para avanzar con el proceso de desarrollo. Algunas simulaciones del organismo precisaron que al aplicar este cambio de estrategia, las economías emergentes pasarán de crecer desde cuatro hasta seis por ciento en los próximos años. Elementos clave para potenciar este cambio en el esquema de crecimiento serían los siguientes.

- Atacar la desigualdad en los ingresos. “Los salarios no deben ser considerados como costos, sino como ingresos que permiten incrementar el consumo de los habitantes”, afirmó Gustavo Lugones, experto en economía internacional designado para presentar el documento en Buenos Aires.

- Coordinar acciones de estímulo con otros países, ampliando la escala de los mercados a través de la integración regional.

- Impulsar la participación del sector público, consiguiendo un equilibrio entre consumo de hogares, inversión privada y gasto del Estado.

Existe además otra serie de recomendaciones vinculadas con el papel del sistema financiero.

- Reorientar el crédito a inversiones productivas. El financiamiento debe ser a largo plazo para favorecer la innovación.

- Apostar a mayor regulación para evitar burbujas financieras.

- Fortalecer el rol de los Bancos centrales, obligando a la banca privada a prestar recursos para la producción.

- Utilizar fuentes de financiamiento internas y no externas. A través de esta medida, las economías emergentes evitarían la volatilidad de los mercados internacionales.

Fuente: Página/12