La Argentina y Chile impulsan la integración de sus pymes

Con la intención de superar los escasos 3000 millones de dólares que arroja actualmente el comercio bilateral entre la Argentina y Chile, ambos gobiernos han cerrado negociaciones para llegar a un acuerdo que promete generar nuevas oportunidades, especialmente para las pequeñas y medianas empresas.

El instrumento contiene disposiciones en diversas áreas, como inversiones, servicios, compras públicas, telecomunicaciones y comercio electrónico, renovando normas técnicas, sanitarias y fitosanitarias, y los procedimientos aduaneros existentes. "En la Argentina hoy exportan 9000 pymes que representan el 1% del total; un ratio bajísimo por donde se lo mire, y el armado de cadenas de valor agregado regionales y globales, entre nuestro país y Chile, es una de las vías para mejorar los números del intercambio comercial", sostuvo Alejandro Wagner, director general de Comercio Internacional de la Agencia Argentina de Inversiones y Comercio Internacional (Aaici). Con ese objetivo, Wagner reafirmó que desde el gobierno nacional se trabaja sobre el "desafío de impulsar exportaciones", al hablar en la apertura del seminario "Cadenas globales de valor y pymes innovadoras, su importancia para la complementariedad comercial entre Chile y la Argentina", realizado este mes en la ciudad de Buenos Aires, con la participación de funcionarios y empresarios de ambos países.

En ese ámbito, el secretario de Emprendedores y Pymes del Ministerio de Producción, Mariano Mayer, destacó que esta "temática pyme es también muy importante para Chile, con quienes venimos conversando, porque la capacidad de generación de empleo es muy grande y necesaria hoy en todos lados, de cara a los desafíos que se originan ante los cambios tecnológicos y la globalización".

El funcionario mencionó que están en marcha "cambios en el marco regulatorio y en temas que hacen a la competitividad, con el propósito de apuntalar la productividad de las pymes y desarrollando su capacidad exportadora, creando un valor compartido con socios chilenos, para luego juntos pensar en atacar nuevos mercados".

En la actualidad, para Chile "China es su principal exportador, con 16.301 millones de dólares; segundo, Estados Unidos; tercero, Japón; cuarto, Corea del Sur; quinto, Brasil, y recién en el puesto 15 se ubica la Argentina.

En cuanto a las importaciones a Chile, también puntea China, seguida por Estados Unidos; Brasil ocupa el tercer lugar y la Argentina, el cuarto", puntualizó Hugo Baierlein, representante de la Dirección General de Relaciones Económicas Internacionales (Direcon), del Ministerio de Relaciones Exteriores de Chile.

Un plan estratégico

En este marco y con las expectativas puestas en el nuevo acuerdo, Mayer apuntó que "ya hay emprendedores argentinos trabajando con empresas chilenas" y, si bien advirtió que estos "desafíos son duros por el momento muy particular que atraviesa el mundo", ponderó el hecho de que en la región "haya optimismo y talento".

En tanto, Eduardo Gambetta, director nacional de Productividad del Ministerio de la Producción, señaló que "en la Argentina hay 850.000 pymes que representan el 70,4% del empleo privado total y la mayoría de los préstamos a este sector tiene un plazo menor a un año", por lo cual consideró que esta situación debe corregirse con "un plan estratégico y desarrollar a las pymes como proveedores y clientes de la cadena de valor de grandes empresas".

Gambetta describió que "desde hace dos meses se están llevando a cabo "proyectos de abordaje, con el apoyo de nueve empresas grandes que, a través de sus proveedores y clientes con buenas prácticas, ayudan a identificar oportunidades y dificultades sectoriales sobre las cuales el Gobierno ofrece el acceso a programas de ventanilla única" para acercarles soluciones.

Además, el funcionario mencionó el reciente lanzamiento del Radar de Productividad, una herramienta online para que las pymes puedan evaluar su situación en esta materia y conocer en qué aspectos deben mejorar.

Explicó que el sitio radar.producción.gob.ar está "destinado a detectar puntos flojos y asistir a estas empresas a optimizar sus procesos, fortalecer su relación cliente-proveedores y canalizar sus programas de cadena de valor".

Alcances del acuerdo

Durante la jornada, que se realizó en el auditorio de la Fundación ICBC de la ciudad de Buenos Aires, organizada en conjunto por el Ministerio de la Producción de la Argentina, la Aaici y la Oficina Comercial en Buenos Aires de ProChile, la directora de Política Comercial Externa del Ministerio de la Producción, Fernanda Monti, detalló los alcances del acuerdo con Chile, mediante el cual se propone ampliar y profundizar los instrumentos jurídicos que rigen actualmente en materia comercial.

"El acuerdo generará beneficios para ambos países, como nuevas oportunidades comerciales en servicios y compras públicas; compromisos sobre la aplicación del roaming (itinerancia) en las telecomunicaciones; un marco jurídico más moderno y equilibrado para el desarrollo y la protección de las inversiones; mayor agilidad y certidumbre en el comercio bilateral de bienes; la creación de un espacio de cooperación en el ámbito del comercio electrónico, y capítulos novedosos en temas como medio ambiente y cuestiones laborales", enlistó la funcionaria entre las innovaciones más destacadas.

Monti especificó que la nueva herramienta se firmaría "en los primeros días de noviembre, luego de la revisión legal del texto", en tanto aclaró que "en lo referido a inversiones, para lo cual nos venimos manejando con un acuerdo de 1991, el convenio renovado deberá pasar por el Congreso".

Más allá de los acuerdos, ambos gobiernos destacan el funcionamiento actual de la conexión ferroviaria entre Salta y Antofagasta, así como los nuevos vuelos desde regiones argentinas a Chile, aunque consideran "indispensable" la modernización en los pasos fronterizos y crear una mayor confianza entre las aduanas.

Una relación con paradojas

El embajador de Chile en la Argentina, José Antonio Viera Gallo, analizó ciertas "paradojas" en los vaivenes que fueron marcando las relaciones política y económica entre los dos países, a las que se refirió en la apertura del seminario que organizaron y desarrollaron autoridades de ambos lados de la cordillera, para que sean tenidas en cuenta en este reciente acercamiento comercial bilateral. "Desde la vuelta a la democracia tenemos muy buenas relaciones políticas; hemos resuelto el 99% de nuestros problemas limítrofes y hubo un período en el que se dio una fuerte inversión chilena en la Argentina, que se calcula en US$ 18 mil millones y en 150 mil puestos de trabajo, pero no así una inversión tan grande de la Argentina en Chile, la cual llegó a unos US$ 900 millones", recordó. Viera Gallo señaló que al hacerse cargo de la embajada en 2015 revisó las cifras del intercambio comercial entre Chile y la Argentina, y advirtió que era "muy reducido, de apenas US$ 3000 millones, con una tendencia a la baja desde 2012. El comercio bilateral no está a la altura de lo que la Argentina comercia con el Mercosur ni de lo que Chile hace con el mundo, y espero que este año se pueda recuperar", confió.

"La segunda paradoja es que Chile tiene tratados de libre comercio con 65 países, pero no tiene capacidad productiva para aprovecharlo en su totalidad, mientras que la Argentina tiene una capacidad productiva mayor, pero tiene muy pocos tratados de libre comercio", observó el diplomático. Entre otros indicadores, se refirió a los flujos de personas: "En este momento visitan Buenos Aires 1.200.000 chilenos y a Chile van 3 millones de argentinos no sólo por compras, sino por distintos motivos. Mientras acá hay 400 mil chilenos, una migración histórica, en este momento el 15% de los extranjeros en Chile son argentinos, especialmente empresarios y profesionales que han querido trabajar y desarrollarse". Acerca de las posibilidades comerciales que ahora impulsan ambos gobiernos consideró que se encaminan a contar con "una normativa muy ágil", aunque subrayó que "todo este entramado tiene que enfrentar esas paradojas. Todo esto estaría muy bien si tuviéramos una infraestructura fluida de comunicación entre los dos países, pero hace falta avanzar".

Fuente: La Nación.com