La inflación no respondió al apretón monetario: se disparó 3,8% en febrero y acumuló 51,3%

El Indec publicó ayer el índice de inflación correspondiente a febrero, de 3,8%, que mostró cómo se profundizó la aceleración que vienen evidenciando los precios desde el arranque del año. En este caso, la dinámica nominal alcista va a contramano de la variación de la base monetaria que, ya en siete meses, comenzó a desacelerar con fuerza y llegó a un virtual 0% hacia octubre-noviembre, con el inicio de la gestión de Guido Sandleris al frente del BCRA.

Los tarifazos y el traspaso a precios de la devauación, que pegó especialmente en los alimentos, explican la resiliencia de la inflación, que perforó el techo de 50% y llegó a una variación interanual de 51,3%. El propio Sandleris reconoció ayer, en una conferencia de prensa -en la que anunció una profundización del ajuste monetario (ver página 3)- que la decisión política de los tarifazos le agregó 0,9 punto al IPC Nacional de febrero y que el salto hubiese sido de 2,9% si no existiese esa variable.

Además, por el traspaso a precios de la devaluación que se registró durante el año pasado y que mostró un nuevo despertar durante febrero, la núcleo trepó 3,9% y quedó otra vez por encima del promedio. Nuevamente fueron los alimentos y bebidas los que impactaron fuerte. Subieron 5,7% y le agregaron 1,3 puntos al número total.

CompartirIPC sigue resiliente’); return false;"> El aumento de la carne fue el gran protagonista, tal como destacó Melisa Sala, economista senior de la consultora LCG: "En enero la suba de la carne explicó 1 punto del aumento de los alimentos (25% del total) y 0,2 punto de la suba del Índice General. Creemos que en febrero la suba fue mayor y la incidencia más significativa, pero en el reporte los datos publicados no fueron actualizados respecto al mes anterior. Esta suba de Alimentos (de 9,3% en dos meses) indudablemente se reflejará en un deterioro de los indicadores socioeconómicos".

El asado, por lo pronto, registró una suba de 6,7%, según los datos del Indec; la carne picada común 6,6%; el cuadril 7,1% y la nalga 6,7%. "Adquiere relevancia la inercia: suben porque otros subieron antes y ahí resalta la dinámica de la carne vacuna", afirmaron desde Ecolatina.

Por el lado de las tarifas, el impacto se observó en tres rubros: Vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles mostró una suba de 6,4%, que le agregó 0,87 punto al total; Transporte y salud, que aumentó 2,2% y agregó 0,32 punto; y Salud, que incrementó 3,2% y sumó 0,33 punto. Ahí se observó el efecto de los incrementos regulados en la electricidad, el agua, los colectivos, trenes y subtes y las cuotas de la medicina prepaga.

Ayer el BCRA anunció una profundización del programa monetario. Desde la consultora ACM no ven que haya resultado en los próximos meses y así el famoso rezago con el que actuaría la política monetaria seguiría extendiéndose: "Aún en condiciones monetarias bastante restrictivas como las actuales, durante los meses siguientes esperamos que la inflación oscile entre 3% y 3,5% debido a aumentos puntuales en servicios públicos, transportes y sus efectos de segunda ronda. Durante los días de marzo el BCRA ha retirado de la plaza aproximadamente $190.000 millones".

Para marzo la expectativa es, justamente, que haya una nueva aceleración de precios. ¿Cómo es eso posible con apretón monetario? El economista Estanislao Malic explicó: "La teoría de que la inflación es monetaria implica que al inyectar pesos se está inyectando demanda. Y la inflación en Argentina es por shocks devaluatorios por restricción externa, a los que en este caso se suma el shock generado por la política tarifaria. Si uno quisiera hacer desaparecer la inflación sacando pesos, directamente tendrá que hacer desaparecer a la moneda y que no haya país. No hay ninguna otra cantidad de pesos en la que nada vaya al dólar".

Fuente: BAE Negocios