Legislatura porteña suspendió el voto electrónico para las PASO de abril

El sistema de voto electrónico, que fue establecido por una ley de la Ciudad en 2013, no será utilizado en las elecciones primarias de abril, según una disposición aprobada en una sesión especial por la Legislatura porteña, que no obstante dejó abierta la posibilidad de su aplicación para los comicios generales del distrito.

La iniciativa fue impulsada por el PRO al considerar que la implementación de la nueva tecnología "no era prudente" y fue acompañada por casi la totalidad del arco opositor, que aclaró que si bien no estaba de acuerdo con la suspensión del voto electrónico, no iba a "bloquear" el proceso electoral en marcha.

La norma reunió 55 votos positivos, dos negativos de los legisladores Marcelo Ramal del FIT y Alejandro Bodart, del MST; y una abstención de Pablo Bergel; y se respalda en un informe divulgado por la Defensoría del Pueblo porteño que desaconsejaba la aplicación del nuevo sistema por la falta de capacitación en la ciudadanía.

De hecho, en los fundamentos de la ley votada se sostiene que "el cambio de un sistema de votación utilizado en nuestra jurisdicción hace más de un siglo, requiere información y capacitación. En particular, en determinados grupos como los mayores de 50 años y quienes posean menor nivel de instrucción formal".

La sesión comenzó pasadas las 13.30 y fue el diputado Francisco Quintana quien explicó la posición del PRO de "bajar" la implementación de la nueva tecnología para los comicios del 26 de abril que fuera establecido por una ley aprobada en diciembre del 2013 por el Parlamento, que también instauró las elecciones primarias, abiertas, simultáneas y obligatorias.

"La premura no es buena consejera en estos casos y, por eso es que, a menos de dos meses de los primeros comicios del año en la Ciudad, proponemos la suspensión de este sistema entendiendo que no están dadas las condiciones para la correcta utilización del sistema, por la falta de conocimiento por parte de los ciudadanos, lo cual puede teñir de desconfianza a todo el proceso electoral", dijo.

Para Bodart, uno de los legisladores que se opuso a la modificación, la suspensión de la aplicación del voto electrónico, el hecho implica no solo "la vuelta de la boleta sábana, sino una súper sábana que facilita las trampas de la vieja política".

"Si hubieran respetado lo que se votó en la Legislatura en 2013, iríamos a elecciones con boleta única de papel, dando un salto hacia adelante. Especulando con sacar ventaja electoral cambiaron a último momento a un cuestionado voto electrónico y ahora como no dan los tiempos todo termina en un papelón", declaró al término de la sesión.

Por su parte, la presidenta del bloque del Frente para la Victoria, Gabriela Alegre, explicó el voto positivo de su bancada al aclarar que fue por "responsabilidad institucional para dar certeza a la ciudadanía y no convertirnos en un obstáculo más de todos los generados por Mauricio Macri" para la aplicación de la ley de sistema electoral, que incluía el voto electrónico.

"Para ser modernos, hay que ser serios responsables y eficaces", exigió la diputada kirchnerista, que remarcó: "aceptamos que la mejor solución a este atolladero a la que nos sometió el oficialismo es la suspensión del voto electrónico".

Es que, al momento de presentar el proyecto electoral a mediados del 2012, el Ejecutivo porteño presentó al sistema de Boleta Única y voto electrónico como "el más utilizado en las democracias contemporáneas" y como "una herramienta modernizadora del sistema electoral vigente, que dota de una mayor transparencia al proceso de votación".

También resaltaba que su aplicación "brinda al elector mejores condiciones para realizar la elección de su candidato y eliminando la posibilidad de llevar adelante algunos de los lamentables artilugios destinados a confundir a los ciudadanos que conlleva el sistema de boletas partidarias".

La ley votada, en tanto, mantiene la posibilidad a los partidos políticos o alianzas electorales de ser adjudicatarios de un color para las boletas y posibilita a pedir al Tribunal Superior de Justicia las mismas tonalidades utilizadas en las elecciones del 2013.

Y agrega que "los partidos que quieran modificar el color asignado o no tuvieran uno asignado en el proceso electivo del año 2013 podrán solicitar al Tribunal Superior de Justicia, que asigne un color partidario para ser incluido en las PASO".

Asimismo, obliga al Poder Ejecutivo a otorgar a las listas de las agrupaciones políticas que oficialicen candidaturas "un aporte para colaborar con los gastos de impresión de las boletas electorales".

"El aporte será equivalente a dos boletas por elector registrado en la ciudad por cada categoría de boleta de sufragio oficializada dentro de cada alianza. El valor por boleta se fija en 0,10 centavos", precisa.

Por último, el proyecto modificó la ley de Comunas en el artículo que obligaba a separar las listas de candidatos a comuneros del resto de los cargos que se elegirán en los comicios locales, como el de Jefe de Gobierno y de legisladores.

En ese marco, el texto introduce la reforma del artículo 20 y quita de la redacción original la habilitación prevista a separar las boletas a partir de la segunda elección de juntas comunales.

Fuente: Ambito.com