Más del 60% de los ricos de China prefiere tener su dinero fuera del país

La floja respuesta de China a la explosión de su burbuja bursátil, a la repentina devaluación del yuan y el misterio por la verdadera salud de la economía local sigue espantando a los inversores, grandes y pequeños. Pero los chinos más adinerados saben exactamente qué hacer en estos momentos de desconcierto: sacar su dinero fuera del país.

Más del 60% de los ricos de China consultados en julio por FT Confidential, un servicio de investigación sobre inversiones de FT, afirmó que planea ampliar sus posiciones en el extranjero en los próximos años.

Las propiedades residenciales son la inversión más mencionada como posibilidad futura, seguidas de títulos valores de renta fija, inmuebles comerciales, productos de fideicomiso y pólizas de seguro de vida. Una porción significativa de los multimillonarios chinos está compuesta por empresarios que supieron aprovechar la expansión económica de la nación, un fenómeno que derivó en un masivo ingreso de inversión extranjera al gigante asiático.

El intento por darle nuevo equilibrio a la economía alejándola de la inversión y focalizándola más en el consumo significó un golpe para muchas de las industrias antes altamente lucrativas como la energía y la fabricación de bajos costos. Eso generó presión sobre los propietarios de empresas dado que les cayeron las ganancias. La implacable campaña anticorrupción impulsada por el presidente Xi Jinping empeora aún más la situación en un momento en que los jefes de grupos del sector privado salen a ajustar sus relaciones con el gobierno, factor clave para el éxito de sus negocios. Con el mayor nivel de incertidumbre en el país, los ricos de China empezaron a buscar otros lugares para guardar su riqueza.

“La política de China cambia demasiado rápido. Me preocupa la seguridad de mi riqueza”, aseguró un empresario de Shenzhen que sólo se identificó como Huang.

El derrumbe de la bolsa de valores china en Shanghai, y el dilema por la política que eso generó, probablemente haya puesto de manifiesto esos temores.

La encuesta señala que el 47% de los denominados individuos de patrimonio elevado apartó más de 30% de sus activos para inversiones en el extranjero.

Estados Unidos es el destino preferido para el 42% de los consultados. Su sólida economía y la educación de alta calidad funcionan como un imán para la clase acaudalada de China. Le siguen Hong Kong, Australia, Canadá y Reino Unido.

La principal razón para invertir en el exterior, citada por más del 38% de los encuestados, es que les facilita a sus hijos los estudios en escuelas de calidad.

Mientras los padres pudientes corren a enviar a sus hijos fuera del país para que reciban educación occidental, muchos están comprando departamentos en ciudades que alberguen establecimientos educativos de prestigio.

Fuente: elcronista.com