ECONOMÍA INTERNACIONAL

Obama anunció un programa de inversión pública para reactivar la economía

En un acto por el Día del Trabajo y a dos semanas de la primera compulsa electoral durante su mandato, Obama quiere fomentar la inversión en infraestructura y aumentar el gasto público.

El presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, exhortó ayer al Congreso a aprobar un programa económico de seis años de duración, sustentado en la inversión pública para asegurar el tendido de rutas y vía férreas, además de modernizar el sistema de control del tráfico aéreo.

El paquete de medidas por u$s50.000 millones será remitido al legislativo a dos semanas de la primera compulsa electoral que afrontará el mandatario demócrata y contra la cerrada oposición de sus rivales republicanos.

Ante trabajadores en Milwaukee, en el estado de Wisconsin, y en ocasión de celebrarse el Día del Trabajador, Obama destacó que su plan apunta a “la modernización de las calles, vías ferroviarias y pistas de aterrizaje y despegue a largo plazo”, aunque en la práctica el objetivo es apuntalar la infraestructura local y generar puestos de trabajo.

El presidente destacó que el programa no debe engrosar el déficit y, en sintonía con esa premisa, anunció la creación de un banco de infraestructura.

“Quiero que los Estados Unidos tengan la mejor infraestructura del mundo”, proclamó Obama, precisando que el dinero se invertirá durante los próximos seis años en la construcción de 240.000 kilómetros de rutas, 6.400 kilómetros de líneas ferroviarias y aeropuertos.

Estos anuncios estaban comprendidos ya en un discurso que Obama pronunciará mañana sobre política económica, diversas reformas y medidas para estimular la coyuntura en el país, ante los indicios de una desaceleración del crecimiento.

Entre las medidas destacan importantes beneficios fiscales para empresas que desarrollen nuevas tecnologías y creen empleo, y que en los próximos diez años podrían beneficiarse con ventajas impositivas por u$s100.000 millones.

Los datos decepcionantes sobre el ritmo de crecimiento de la primera economía del mundo (reducido a un 1,6% en el segundo trimestre) y la alta tasa de desempleo (de un 9,6%) exigieron la reacción de Obama, presionado por la proximidad de las elecciones parlamentarias del 2 de noviembre.

Los republicanos ya expresaron su rechazo a cualquier nuevo programa de coyuntura, e incluso entre diputados y senadores demócratas hay escepticismo respecto al proyecto.

“Los programas de infraestructura son siempre populares y estimulantes de anunciar, pero decepcionantes en la práctica”, advirtió Douglas Holtz Earkin, presidente del Foro Americano de Acción y promotor de la candidatura presidencial del senador republicano John McCain.

“Aun cuando están de acuerdo (los republicanos) dicen no. Prefieren ganar algún punto antes de las elecciones en lugar de resolver los problemas. Nosotros decimos sí, podemos; ellos nunca”, cuestionó Obama quien habló en mangas de camisa, en un un estudiado gesto de informalidad. “Los Estados Unidos no pueden tener una economía fuerte sin una fuerte clase media, sin asegurar oportunidades de éxito a quien, pese a sus orígenes humildes, quiere trabajar duro para garantizar un futuro a sus propios hijos”, apuntó.

En julio de este año, Obama sufrió una derrota cuando su proyecto para la creación de un banco de financiamiento de nuevos proyectos de infraestructura fue rechazado.

Holtz-Eakin también cuestionó que el Congreso aprueba más gasto, en claro signo de la creciente oposición de la Oficina de Presupuesto, debido a un déficit estimado en $1,3 billón para el año fiscal que culmina a fin de mes, cercano al registro récord del año pasado de $1,4 billón.

El rubro de la construcción ha declinado 940.000 empleos desde que el presidente Obama asumió en enero del 2010 , incluso con los 90.000 recuperados en agosto.

(El Argentino)