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Pymes eligen certificar para competir en el mercado

Mientras que los ojos del mundo siguen posados en Europa, esperando que los líderes políticos encuentren el camino de la recuperación, la desaceleración de la economía mundial se hace sentir en el comercio internacional. Según la Organización Mundial del Comercio (OMC) para 2012 los intercambios comerciales subirán en torno al 3,5% lo que supone una mayor ralentización de las exportaciones y las importaciones, que en 2011 progresaron en conjunto un 5%.

Esto representa un desafío para las grandes empresas y sobre todo para las pymes que deben idear nuevas estrategias para ganar competitividad. Uno de los métodos elegidos para lograr la puesta en valor es la aplicación de certificaciones que aportan estándares mínimos de calidad a sus productos o procesos de trabajo, con el objetivo de mejorar la confiabilidad.

"Las pymes certifican por una cuestión de marketing o por una necesidad para acceder a un mercado especifico", destacó Juan Manuel Borda, gerente comercial de corporaciones y gobierno del Instituto Argentino de Normalización y Certificación (IRAM). "Lo que las empresas quieren es cambiar su forma de presentarse al mercado, mostrarse de una manera distinta para diferenciarse de los competidores o bien debido a que se lo exige un cliente", agregó en diálogo con Ámbito Industrial+Pymes.

La competencia entre las empresas por colocar sus productos se volvió feroz en la última década y la certificación se trasformó en una necesidad. En los últimos cinco años las empresas con estándares mínimos de calidad aumentó en un 15% en la Argentina, por encima del promedio mundial del 9%. El IRAM calcula que actualmente existen cerca de 6.000 certificaciones vigentes en el país de las cuales el 70% corresponden a pymes.

"Es una tendencia que viene creciendo en los últimos años y tiene margen para continuar por la misma senda", indicó Melina Ortiz, coordinadora del departamento de sistemas de gestión de TÜV Rheinland Argentina.

La certificación es una buena carta de presentación, porque es una evaluación independiente con base en requisitos normativos internacionales, que permite demostrar que se cumplen los parámetros especificados relativos a un producto, proceso, sistema, persona u organismo.

Normas

Según los últimos datos sobre certificaciones a nivel mundial, en 2010 las normas ISO referentes a sistemas de gestión de calidad, medio ambiente, dispositivos médicos, seguridad alimentaria y seguridad de la información fueron las que encabezaron los mayores crecimientos. Una de las normas más conocidas y utilizadas entre las empresas es la norma ISO 9001:2008 que establece los requisitos para los sistemas de gestión de calidad. China encabezó el ranking de países con 297 mil certificados, seguido por Italia con 138 mil y Rusia en tercera posición con 62 mil.

Actualmente en el mercado se instaló el concepto de que la buena gestión de las empresas debe estar avalada por una certificación de un ente reconocido para que a su vez le otorgue una ventaja competitiva respecto de otras compañías que no lo están.

"Una vez que el sistema de gestión se encuentra funcionando la pyme logra valorar lo que internamente produce y los beneficios que genera. Es por ello que las certificaciones terminan siendo una exigencia implícita del mercado, transformándose en un requerimiento impostergable", subrayó Ortiz.

Inversión

Los analistas destacan que la certificación no debe ser tenida en cuenta por los gerentes como un gasto, sino como una inversión a mediano y largo plazo que jerarquiza a la compañía. Según el estudio realizado por la American Society for Quality en empresas estadounidenses, el retorno de una certificación es 17 veces la inversión inicial. Al respecto, Ortiz enfatizó que "es muy importante que las empresas entiendan el proceso de certificación como una inversión y no como un costo solamente".

Ante este panorama del mercado, actualmente desde el Gobierno nacional, por medio de la Sepyme y el Ministerio de Ciencia y Tecnología, respectivamente, se destinan subsidios que ayudan a las empresas a invertir en estos proyectos.

La certificación no sólo se ve reflejada en la cantidad de empresas que aplican las normas internacionales, sino en el aumento de organismos habilitados para la emisión de certificaciones. Según el Organismo Argentino de Acreditación, actualmente existen 37 dependencias de las cuales 23 evalúan productos, 11 sistemas y 3 personas. En 2005 por ejemplo sólo existían 15 certificadoras de productos y 11 de sistemas.

Lejos de detenerse, los analistas estiman que en los próximos años la tendencia se consolidará y seguirá en ascenso. "Los grandes impulsores de que las empresas certifiquen serán el Estado o las grandes empresas que buscan proveedores con estándares mínimos de calidad mínima", finalizó Borda.

Fuente: Ámbito.com