Rousseff lanza el plan “Brasil sin Miseria” para 16 millones de pobres

Brasil anunció la puesta en marcha del programa “Brasil sin Miseria”, destinado a rescatar de la pobreza extrema a unos 16,2 millones de personas –el 8,5% de la población– que todavía no han sido beneficiadas por proyectos sociales como el “Beca Familia”. “Si somos capaces de dar atención a problemas y crisis, no podemos olvidar la crisis más permanente, del problema más grande y más angustiante, que es tener instalada en el país la pobreza crónica”, expresó la presidenta Dilma Rousseff, al anunciar el programa en Brasilia.

Según la mandataria, eliminar la miseria es un reto que requiere la participación de toda la sociedad y que exige del gobierno la capacidad de ubicar a los marginados del proceso de desarrollo para impulsar su inclusión en el mercado. “Nuestros pobres ya han sido acusados de todo, incluso de ser responsables de su propia pobreza. Esto tiene que cambiar”, sostuvo. El combate a la miseria es “un deber del Estado”, mediante un proceso de “búsqueda activa” de las poblaciones más vulnerables, agregó.

“Ya no esperaremos a que los pobres nos busquen. El Estado debe salir a buscar la miseria”, enfatizó Rousseff, quien aseguró que su proyecto es un reflejo del esfuerzo iniciado por su antecesor y padrino político, Luiz Inácio Lula da Silva, quien rescató de la miseria a más de 20 millones de brasileños.

Según la ministra de Desarrollo Social, Teresa Campelo, el programa ampliará el acceso de los brasileños pobres a la ayuda financiera del programa “Beca Familia”, creado por Lula da Silva, que será extendido a unas 800 mil familias actualmente excluidas y a alrededor de 1,3 millones de niños y adolescentes de hasta 15 años. Además, el “Brasil sin Miseria” concederá ayuda financiera de 300 reales (unos 185 dólares por mes) a las familias con ingreso per cápita inferior a 43 dólares mensuales que se dispongan a trabajar por la preservación de los bosques, en una especie de “beca de medio ambiente”.

Según Campelo, sin embargo, el proyecto no está limitado a la ayuda financiera, sino que contempla acceso a servicios públicos de salud, educación y saneamiento básico, formación profesional para lograr la inserción de los más pobres en el mercado laboral, apoyo técnico y de infraestructura para las comunidades rurales, entre otras medidas. “Es una propuesta compleja y consistente de difícil concreción, pero tengo la certeza de que cumpliremos la meta establecida por la presidenta. El programa ‘Brasil sin Miseria’ es un plan de metas para viabilizar el compromiso osado de lograr el fin de la pobreza en cuatro años”, expresó la ministra.

Campelo afirmó que el desarrollo económico de Brasil es una condición esencial para el éxito del plan, “pero no será suficiente”, ya que los más pobres “no serán incorporados naturalmente a las oportunidades de un país en crecimiento”.

“Esta parte de la población se ha mantenido al margen de un país que crece. Estaremos lidiando con la parte más vulnerable, con la pobreza más resistente, y que exigirá de nosotros un esfuerzo duplicado”, agregó la ministra. Gran parte del esfuerzo del gobierno se concentrará en la región noreste, donde sufren la miseria unas 9,51 millones de personas, un 59% del total de brasileños que viven en pobreza extrema.

Convertir a Brasil en “un país de clase media” ha sido la principal promesa de Rousseff en su victoriosa campaña por la presidencia brasileña, el año pasado.

El plan anunciado ayer, seis meses después de su investidura, coincide con la peor crisis política del gobierno Rousseff. La mandataria sufrió el mes pasado una importante derrota legislativa en la votación de la Cámara Baja sobre el nuevo Código Forestal y ahora se enfrenta con sospechas lanzadas contra el ministro jefe del Gabinete Civil de la Presidencia, Antonio Palocci, después de que el diario Folha de São Paulo revelara que su patrimonio aumentó más de 20 veces entre 2006 y 2010.

(Tiempo Argentino)