ECONOMÍA

Se estira la cadena de pagos en las empresas

“Los pagos son a 30 días de recibida la factura”, suele ser la consigna de las grandes empresas. El tema es que ahora lo hacen con un cheque diferido a 45 días, mientras hace un año lo diferían a sólo una semana, lo que marca un gran estiramiento de la cadena de pagos, ya que el cliente debe esperar dos meses y medio hasta poder hacerse del efectivo. Y la rueda continúa: por lo tanto, cuando él debe ser el pagador, tiene que hacerlo del mismo modo, con un cheque diferido a los 45 días, y así todo se va dilatandio. Es más: si lo pueden pasar, directamente usan ese mismo documento para pagar sus facturas, de modo de no perder ningún punto por comisiones.

Es que las propias empresas pagadoras ofrecen a sus clientes descontar esos valores al 4% y, si lo aceptan, el cheque pasa a estar inmediatamente al día. Es una tasa que vendría a estar en un escalón intermedio entre el 20% anual que cobra el banco y el 70% que comisionan las cuevas del microcentro porteño.

“Si me vas a diferir el cheque a 45 días, te pido si me lo podés dar lo antes posible, así al menos ya se lo puedo dar al banco para que me lo negocie”, es el comentario que reciben cada vez con más frecuencia los departamentos de pagos a proveedores.

“Antes que tener plata en la calle por un mes y medio, prefiero llevarle el valor a mi ejecutivo comercial del banco, así de paso quedo bien con él dándole un negocio. Aparte, la tasa es de sólo 20% anual, por lo que vale le pena descontarlo”, comenta el direrectivo de una firma que suele hacer esta operatoria.

En las entidades financieras notan un incremento con respecto a los documentos descontados en el correr de estos días. De hecho, según cifras del Banco Central casi se duplicaron: aumentaron de menos de $ 12.000 millones a comienzos del año pasado hasta más de $ 20.000 millones en este 2012.

La tasa de descuento de cheques que cobra el banco depende, desde luego, de la calificación crediticia de la empresa, de la antigüedad que tenga como cliente y de los negocios que le aporte a la entidad; por ejemplo, un factor fundamental es que tenga los planes sueldos acreditados en esa entidad. En ese caso, la tasa es del 16% para una gran empresa y de un 19% para una pyme, más una comisión que oscila los $ 100 por operación. Con todos los gastos, se puede establecer una media del 20%. Por lo general, las empresas tratan de juntar muchos cheques para tener un monto mayor y así negociar mejor. En cualquiera de los casos, la condición sine qua non es que el valor sea por un negocio propio de la empresa. Como consecuencia de este freno en la cadena de pagos, las compañías especializadas en cobranzas incrementaron su trabajo en un 35% con respecto al año pasado. “Debido al alza en los niveles de morosidad, se está empezando a observar la preocupación de las empresas por cobrar más rápido, de forma de bajar los días en la calle, ya que cada vez hay más cheques posdatados en el mercado”, comenta el directivo de una de las firmas líderes en el rubro. “Lo que hoy necesitan las empresas es tener el dinero en la mano, ya que se viene diciembre, que es un mes corto y cargado porque las compañías deben pagar los aguinaldos”, completa el ejecutivo.

Fuente: Cronista.com