ECONOMÍA

Tarjetas cobran hasta un 65 por ciento por financiar saldo

Pagar el mínimo con la tarjeta de crédito y financiar el saldo puede convertirse en un dolor de cabeza: hay bancos que cobran hasta un 65% anual de intereses, convirtiendo a esta opción en una de las maneras más caras de hacerse de bienes o servicios. Pese a ello, no cancelar el monto total es una de las formas favoritas que elige la gente a la hora de optar por financiarse.

Según surge del Régimen de Transparencia del Banco Central, las tasas de interés que cobran las entidades oscilan entre un mínimo del 25% hasta una tasa nominal anual (TNA) del 65%. En general, los bancos públicos ofrecen intereses más bajos, como son el Banco Nación, con un 25% para sus tarjetas VISA, Mastercard o Nativa; el Ciudad, en donde oscila dependiendo del plástico entre un 29% o un 30%; y el Provincia, que llega a un 32%. En cambio, en los bancos privados puede llegar hasta un 65%, como en el caso del Banco de Servicios y Transacciones, para su tarjeta VISA, mientras que para Mastercard cobra un 60%.

Comparación

El grueso de los bancos cobran alrededor de un 35% a un 45%, a la hora de financiar el saldo con la tarjeta de crédito. Si se compara con un préstamo personal, en algunos casos el interés cobrado es prácticamente el mismo, pero hacerlo con la tarjeta de crédito no conlleva trámites. Además, si se tiene en cuenta la inflación, que ronda el 25% anual, lo que se paga de interés real es menor al número nominal.

Sin embargo, la TNA no es el interés final que se paga. A esa tasa hay que sumar los costos de las comisiones cobradas por superar el límite de compra, por ejemplo, si existe algún extra por tarjetas adicionales, así como también los de renovación del plástico, por ejemplo, para así llegar al Costo Financiero Total (CFT).

Los gastos administrativos mensuales varían mucho también. Van desde un mínimo de $ 12 hasta los $ 30. Además están los de la emisión del resumen, que oscilan entre los $ 4,50 hasta los $ 35. Es decir, que si no se realiza una compra con la tarjeta, no se paga este último, pero al hacer una sola transacción ya se lo computa. Se deben tener en cuenta también los costos de renovación del plástico: mientras que algunos bancos cobran $ 20, en otros llega a los $ 1.500.

La entidad presidida por Mercedes Marcó del Pont discontinuó la difusión periódica a la prensa de los datos que, obligatoriamente, los bancos deben informar. Según una norma del Central, ante cada cambio las entidades deben dar conocimiento al BCRA y, éste, lo publicará en la página de internet del organismo. Esto se sigue haciendo (están disponibles en el Régimen de Transparencia). Sin embargo, hasta 2011 estos datos eran recopilados, analizados y difundidos cada seis meses.

Fuente: Ámbito.com