Uruguay se financia en pesos a una tasa menor que el 10%

Uruguay salió a colocar ayer un nuevo bono global en pesos a once años, por el cual ofreció una tasa del 8,625%. El país que dirige Tabaré Vázquez volvió a salir a financiarse en los mercados internacionales, tras colocar en junio su primer bono global en pesos a tasa fija por un equivalente a u$s1.250 millones, con un rendimiento del 10%. Ese papel, con vencimiento en 2022, hoy paga un 8% anual.

Con esta emisión, el Gobierno uruguayo busca financiarse, desdolarizar su deuda, correr vencimientos y desarrollar el mercado de títulos en pesos nominales, aprovechando el apetito por el riesgo de los mercados internacionales, principalmente por los papeles emergentes, en un mundo donde las tasas de interés continúan en niveles bajos. Las calificaciones previstas para el papel, a tasa fija nominal y vencimiento en 2028, son Baa2/BBB/BBB-, agregó IFR, un servicio de información financiera de Thomson Reuters.

La nueva operación incluye la recompra de bonos en dólares y unidades indexadas a la inflación (UI). Uruguay quiere recomprar los bonos en UI (notas del Banco Central uruguayo) con vencimiento en 2018, con cupón de 5% y 2027, con un rendimiento de 4,25% a un precio de $102,30 y $109,15, respectivamente. El país lanzó también una oferta de compra de u$s122,95 y u$s111,20 por sus bonos en dólares a 2022 y a 2024, respectivamente.

La inflación anual de Uruguay fue de 5,4% en agosto, en un marco en el que las metas se ubican entre 3% y 7% para 2017. Además, enfrenta un déficit fiscal de un 3,6%, según los datos oficiales. Estos datos son envidiables si se toma en cuenta la situación económica de la Argentina, donde el Banco Central espera que el costo de vida aumente entre un 12% y un 17% en 2017, mientras que el mercado estima que lo hará en torno a un 22%. Además, se espera que el déficit primario baje al 4,2% del PBI hacia fines de diciembre, pero el déficit fiscal total asciende a más del 7%.

Para comparar con un bono similar, la Secretaría de Finanzas colocó en febrero pasado un Bono del Tesoro en pesos, con vencimiento en 2026, a una tasa del 13,66%, reduciendo la tasa en 1,84 puntos porcentuales respecto a la colocación de octubre del año pasado. Esta situación demuestra la confianza que hay por el proceso de metas de inflación que está llevando a cabo el Gobierno, lo que no quita que el mercado espera una reducción del déficit para los próximos años. El título rinde un 14,87%, ofreciendo un retorno atractivo para quienes confíen en la meta antiinflacionaria del Gobierno, que busca llegar a un dígito en 2019.

Fuente: Ambito