A pesar de los planes de reactivación, se aceleró la caída del consumo en mayo

El derrumbe del consumo en las grandes cadenas de supermercados y en los autoservicios mayoristas del país se aceleró al 13,5% interanual en mayo. En los shoppings del conurbano, en tanto, la baja alcanzó el 18,7%. Los números que publicó ayer el Indec, que arrastran ya once meses seguidos en declive, muestran que el comienzo de la pax cambiaria y el relanzamiento de los préstamos Anses no alcanzaron para compensar el desplome de los ingresos familiares y el congelamiento del crédito. Para los analistas, el impacto del paquete de medidas electorales de alivio será moderado.

En mayo, las ventas en supermercados totalizaron $50.829 millones, lo que implicó un alza anual del 44,7% en términos nominales pero una fuerte caída real del 13,5%. Medidas precios constantes, las compras mermaron 1% contra abril y el retroceso interanual se profundizó 0,9 punto entre un mes y otro. Así, se acentuó la baja de 2019, que ya acumula 12,7% durante los primeros cinco meses.

"Este número reafirma el escaso dinamismo que tiene el mercado interno y da indicios de que su reactivación será más lenta de lo esperado. A pesar de una marginal recuperación de la actividad durante mayo, el consumo se mantiene en muy bajos niveles, lo cual tiene consistencia con la pérdida de poder adquisitivo de los últimos meses", consideró la consultora LCG.

En los supermercados, el derrumbe más pronunciado se dio en las ventas de productos electrónicos y artículos para el hogar, que en términos reales fueron 53% menores a las del mayo de 2018. Otro rubro castigado fue el de frutas y verduras, con una baja del 16%.

En este contexto, las cadenas destruyeron el 3,3% de sus puestos de trabajo durante los últimos doce meses. Además, sus trabajadores perdieron el 13,5% de su poder adquisitivo.

Por otra parte, las compras en autoservicios mayoristas alcanzaron los $8.588 millones en el quinto mes, 45,9% más que un año atrás a precios corrientes pero 13,5% menos a precios constantes. En lo que va de 2019 la baja acumulada es del 14,1%. En este caso, el rubro más perjudicado volvió a ser de las carnes, con un desplome real del 32% interanual, cuyo retroceso también se acelera. Le siguieron panadería (23%) y bebidas (17%). "Preocupa la caída de estos rubros debido a su condición de alimentos, pero no sorprenden las variaciones debido a los elevados aumentos de precios que vienen sufriendo", apuntó LCG.

En cambio, la merma real en la facturación en los shoppings del Gran Buenos Aires, que sumó $7.660 millones, se desaceleró a un muy elevado 18,7% interanual en mayo desde el pico del 22,9% que había alcanzado el mes anterior, moderado levemente por la extensión del programa Ahora 12 con menores tasas.

¿Veranito electoral?

Con una economía que, a excepción del agro, sigue sin dar señales de reacción y con un fuerte deterioro en las condiciones de vida, el Gobierno apeló a las clásicas recetas oficialistas para obtener generar un alivio durante la campaña y aumentar las chances de reelección de Mauricio Macri. Las principales medidas para revitalizar el consumo: dólar quieto gracias la ayuda del FMI y el ajuste monetario; créditos Anses para jubilados y beneficiarios de la AUH; y Ahora 12. Aunque los economistas esperan un leve repunte, creen que el viento de frente es demasiado potente como para esperar un gran impacto.

"Para los meses siguientes, se mantendrán los niveles bajos y la reactivación de la demanda interna continuará dándose de manera delicada dadas las altas tasas con las que opera la economía y los elevados niveles de inflación. Si bien veremos una mejora marginal cerca de las elecciones, durante el promedio del año se volverá a observar una caída en el consumo privado", evaluó LCG.

Por su parte, el economista Andrés Asiain planteó que en la medición interanual podría esperarse una desaceleración contra los peores meses del año pasado, pero descartó una fuerte recuperación. "Todo este paquete de medidas electorales que intentan repetir la experiencia de 2017 (cuando el Gobierno se impuso en las legislativas) se implementa en un contexto económico muy diferente", resaltó el director del CESO.

En diálogo con BAE Negocios, Asiain precisó: "Si bien el Gobierno paró el dólar como medida electoral, lo hizo después de una devaluación muy dura que empuja una inercia inflacionaria muy grande que se come gran parte del efecto reactivación del tipo de cambio".

El paquete de medidas electorales no logra compensar el declive del salario y del crédito

"En 2017, cuando pararon el dólar, las inflación mensual eran la mitad: 1,3%. Con bancos que dejaron de prestar y pusieron sus activos en Leliq, el crédito al sector privado cae casi 60% real contra el año pasado y del 33% contra las últimas elecciones. Los préstamos de la Anses a jubilados y beneficiarios de AUH ejecutados hasta ahora, que son alrededor de la mitad de lo pautado en el programa, sólo logran amortiguar en un 15% el desplome del stock de crédito en comparación con 2017. Si se llega a ejecutar el 100%, lo compensaría apenas en un 30%. Además, los salarios hoy son entre 10 y 15 puntos más bajos que hace dos años", comparó.

En la misma línea, un informe reciente de la consultora Radar, de Paula Español, advirtió que la demanda de los hogares llegará a octubre casi 7% por debajo del nivel de 2015.

Fuente: Diario BAE