Al igual que en Capital Federal, no se puede fumar en lugares públicos bonerenses

La ley antitabaco se puso en marcha ayer en la provincia de Buenos Aires. Su reglamentación tiene como objetivo restringir el consumo de cigarrillos en espacios públicos y privados y además prohíbe la publicidad de esos productos en el distrito.

El gobernador Daniel Scioli y el ministro de Salud, Claudio Zin, fueron los encargados de firmar el decreto 1.626, que dispone que no se puede fumar en espacios cerrados de acceso público del ámbito privado como restaurantes, bares, confiterías y casas de lunch, cíbers, salas de recreación, shoppings, salas de teatro, cine, centros culturales, salas de fiesta, cabinas telefónicas, recintos de cajeros automáticos, estaciones terminales, los vehículos de servicio público de transporte de pasajeros e instituciones deportivas y gimnasios. La prohibición de fumar en estos espacios también es extensiva a los “lugares comunes como vestíbulos, corredores, pasillos, escaleras y baños”.

A partir de su publicación en el Boletín Oficial también quedó establecido que sólo se podrá fumar en salas de juego de 400 metros cuadrados o más y en sectores compartimentados de bares o restaurantes con una superficie igual o superior a los 100 metros cuadrados. “La zona para fumadores deberá estar separada físicamente del resto de las dependencias, completamente compartimentada y contar con un sistema de ventilación forzada propio”, subraya el decreto.

Otros sitios que quedan exceptuados de la prohibición son los clubes de fumadores, los patios, las terrazas, los balcones y aquellos espacios al aire libre de los lugares cerrados de acceso público, además de los centros de salud mental con internación y los de detención.

Si se infringe la ley, se prevén multas equivalente al precio “de 250 a 1.000 paquetes de cigarrillos de 20 unidades de la marca nacional más cara que se comercialice en el país”. En caso de reincidencia, quien fuera multado deberá pagar el equivalente de hasta 2.500 paquetes. Si se viola la ley tres o más veces en el término de un año, se prevén clausuras de entre cinco y treinta días.

Respecto de la publicidad, la ley sólo permite avisos en el interior de los lugares de venta. “Queda explícitamente prohibido que las tabacaleras auspicien cualquier tipo de actividad deportiva, cultural o recreativa”, aclara el texto.

En los lugares donde rija la prohibición deberá figurar un cartel que rece: “Prohibido fumar. El fumar es perjudicial para la salud. Ley 13.894”. Además, en los comercios autorizados a vender cigarrillos deberán colocarse carteles con la siguiente leyenda: “Prohibida la venta de productos elaborados con tabaco a menores de 18 años”.

Protesta en Nueva York

Los fumadores de la ciudad estadounidense de Nueva York tildaron de desproporcionada la prohibición de fumar, que se extendió esta semana a los parques públicos, de restaurantes y bares. “Esto es absurdo. Michael Bloomberg (alcalde de la ciudad) se cree que es la madre de todos nosotros y que, para cuidarnos, nos tiene que imponer normas constantemente”, aseguró Christian Lisa, fumador neoyorquino. Thomas Farley, responsable municipal de Salud de Nueva York, anunció el lunes la propuesta de Bloomberg de que los parques públicos quedaran libres de humo.(CRÍTICA DIGITAL)