Argentina puede alimentar a su población sin dejar de potenciar su capacidad exportadora, según la Universidad Austral
La Argentina necesitaría entre 4.800 y 6.600 millones de dólares anuales para cubrir necesidades alimenticias de unos 5,6 millones de personas con algún grado de "inseguridad alimentaria", sin dejar de potenciar su capacidad exportadora.
Así surge de la investigación "Comer saludable y exportar seguridad alimentaria al mundo: aportes para una Política Nacional de Seguridad Alimentaria y Nutricional", realizada por el Centro de Agronegocios de la Universidad Austral en asociación con el Programa de Agronegocios de la FAUBA y el Centro de Estudios sobre Políticas y Economía de la Alimentación (CEPEA).
A partir del trabajo de Roberto Feeney, del Centro de Agronegocios y Alimentos de la Universidad Austral, se evaluó cuánto le costaría a la Argentina subsidiar por el lado de la demanda, y no por el lado de la oferta como se hace actualmente, el acceso a una canasta de alimentos saludables para la población que no tiene seguridad alimentaria.
Según los escenarios de subsidios que se tomen, este costo se estima entre 4.800 y 6.600 millones de dólares por año (parcialmente ya cubiertos por planes de seguridad alimentaria hoy vigentes) para cubrir necesidades de 5.600.000 personas que tienen algún grado de inseguridad alimentaria.
La Argentina puede alimentar a su población de manera saludable sin dejar de potenciar y desarrollar su capacidad exportadora, según ese informe privado.
Además, consideró que el país puede convertirse en un "exportador de seguridad alimentaria para el mundo".
El trabajo sostuvo que existe suficiente evidencia de que la calidad de la dieta y de los entornos que la rodean son el principal problema y desafío de la seguridad alimentaria de la población en general y de los pobres en particular.
Sergio Britos, de CEPEA, estudió cuáles son y cuáles deberían ser los hábitos alimentarios de los argentinos y tomando como referencia una canasta de alimentos saludables, el análisis arroja como dato que actualmente los consumos de un habitante argentino promedio indican excesos en azúcares.
También en carnes, papa y panificados, entre otros productos, y déficits en arroz, legumbres, verduras frescas, frutas, productos lácteos, entre otros.
Por su parte, Fernando Vilella, de la Facultad de Agronomía de la UBA (FAUBA) indicó que para el 2030 sólo en Asia, de 900 a 1.000 millones de personas necesitarán importar todos sus alimentos cada día, una oportunidad para la Argentina.
A partir del trabajo de Roberto Feeney, del Centro de Agronegocios y Alimentos de la Universidad Austral, se evaluó cuánto le costaría a la Argentina subsidiar por el lado de la demanda, y no por el lado de la oferta como se hace actualmente, el acceso a una canasta de alimentos saludables para la población que no tiene seguridad alimentaria.
Según los escenarios de subsidios que se tomen, este costo se estima entre 4.800 y 6.600 millones de dólares por año (parcialmente ya cubiertos por planes de seguridad alimentaria hoy vigentes) para cubrir necesidades de 5.600.000 personas que hoy tienen algún grado de inseguridad alimentaria.
El trabajo establece que el 58% de las exportaciones totales de la Argentina provienen de su sistema agroalimentario y en esa línea también se estimó cómo se incrementarían los saldos exportables en función de un consumo más saludable acompañado de una política de subsidio al consumo.
El 2 de septiembre próximo, en el auditorio de la Universidad Austral, en Cerrito 1250, de esta capital, se presentarán en detalle las principales conclusiones de este trabajo.
Fuente: NA