POLÍTICA ECONÓMICA
"Argentina puede sostener una tasa de crecimiento del 5% si se consolida una estrategia nacional"
El exministro de Economía y actual embajador en Francia, Aldo Ferrer, resaltó que deben fortalecerse los cambios históricos realizados en el país. En ese sentido, el integrante del Plan Fénix destacó que "Argentina puede sostener una tasa de crecimiento a mediano y largo plazo del 5% si se consolida una estrategia nacional". Sin embargo, no le restó importancia a los desafíos de "construir un sistema industrial, evitar la fuga de capitales, obtener solvencia fiscal y de balanza comercial y evitar el contagio financiero".
Sobre el contexto mundial resaltó que, en contraposición, "la crisis del ’30 derrumbó el paradigma neoliberal, pero ahora conserva una influencia extraordinaria". A su lado expusieron, en el IV Congreso de AEDA, los economistas Miguel Bein y Ricardo Delgado, al igual que el viceministro de Economía de Uruguay, Luis Porto.
En el panel "Los desafíos económicos ante el escenario de crisis internacional", desarrollado en la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA, Ferrer apuntó logros del Gobierno nacional. En su contrastación con la administración que rigió en los noventa, mencionó que "pasamos de un Estado neoliberal a uno que reestructuró la deuda, pesificó a la economía, estatizó las cajas jubilatorias".
Sin embargo, quien fue el primer secretario ejecutivo del Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLACSO) reflexionó que las dificultades mundiales no superadas por las grandes potencias aún pueden hacer mella en la economía local. Así, recordó que "el riesgo del retroceso debe tenerse en cuenta en virtud de nuestra experiencia histórica", por lo que llamó a "no pensar que el partido está ganado".
Entre los desafíos futuros que se le presentan al país, el profesor honorario de la UBA y emérito de la Universidad Nacional de Córdoba enumeró "la solvencia fiscal y de la cuenta corriente para estar integrado al mundo pero al comando de las políticas". En ese sentido, justificó que los controles, como el que rige a las importaciones, son herramientas legítimas y eficientes.
También mencionó "evitar la fuga de capitales y sostener la tasa de ahorro" como pilar indispensable para fomentar la financiación productiva. Además, en una utilización implícita de los conceptos de su obra "Densidad nacional", el exministro consideró vital "construir un sistema industrial". El riesgo más fuerte, sin embargo, lo advirtió en el contagio financiero que, aunque es limitado, existe la posibilidad de que se dé vía comercio internacional.
En referencia a la perspectiva internacional, señaló que "la crisis está focalizada en las grandes potencias. Allí el sector financiero ha ocupado el eje dominante porque ha sido la fuente principal de ganancias". Según el economista, esto ha impedido tomar políticas públicas con objetivos más amplios que la búsqueda de mayores rentas.
Al comparar la situación actual con la del "jueves negro", marcó que "la crisis del ’30 derrumbó el paradigma neoliberal. Ahora conserva una influencia extraordinaria". Por ello, dijo que "el sistema no se rompe porque las naciones tienen tal grado de interdependencia que ninguna quiere cambiar sus políticas neoliberales".
Así se denota que "no existe una gobernanza del orden internacional". A diferencia de los estudios llevados a cabo por Raúl Prebisch, "es en el propio centro donde está la crisis, y por ello es diferente a la relación centro-periferia".
El director de la consultora Analytica, Ricardo Delgado, coincidió con algunos de los roles que debe cumplir la administración de Cristina de Kirchner. Así fue que declaró que "el Gobierno debe proteger y sostener el empleo. Asegurar lo que ya se logró". Sus pronósticos son de un horizonte de crecimiento, pero más reducido. El economista sinceró que "no creo que podamos volver a crecer a tasas chinas, aunque lo peor ya pasó".
Delgado enfatizó, además, que en Europa "se discuten muchas cuestiones financieras, pero no crecimiento, cómo crear empleo, productividad, y por eso los problemas llegan". Luego de graficar las ínfimas (y, en su mayoría, negativas) tasas de variación del PBI del último trimestre para los diferentes miembros del bloque, le adjudicó tal resultado a las "políticas inadecuadas" de los gobiernos.
Por su parte, el economista Miguel Bein, profundizó en que "lo que se llamó el ’milagro de las instituciones’ de la UE demostró ser una burbuja para Italia y España, que finalmente estalló". Mientras que en EEUU, según detalló el analista, "el salario real caía en comparación con la productividad real, por lo que el aumento del consumo se hacía vía endeudamiento". Ergo, la propuesta de solución para salir de la crisis que expresó fue aumentar los sueldos, y así lograr que las ventas tengan sustento en el mayor poder adquisitivo.
El director del estudio Bein y Asociados enfatizó el beneficio para el mercado local de los altos precios de las materias primas. En concreto, pronosticó que "las exportaciones de soja son las que van a permitir a las importaciones aumentar y permitirle a la economía crecer 4%". Para apoyar su postura aclaró que hasta 2009 se contaban con más de u$s 8.000 de superávit de cuenta corriente y "ahora que no lo hay va a tener que aplicarse sintonía fina en serio para estabilizar el crecimiento".
El viceministro de Economía de Uruguay, Luis Porto, fue quien disertó en último lugar. Con sarcasmo, mencionó que ambas naciones deberían integrarse más ya que "mi país, al menos negativamente, no los va a afectar".
El segundo de la cartera económica resaltó la necesidad de "reducir los efectos de los riesgos sistémicos. En Uruguay, recientemente se decidió desestimular la entrada de capitales al aumentar la tasa de encaje para el dinero bancarizado de extranjeros". También se mostró en pos de avanzar hacia una especialización progresiva y aumentar el comercio en América Latina mediante acuerdos de complementación productiva.
Para finalizar, el funcionario expresó que el norte del desarrollo debe ser el acceso a los derechos humanos para toda la población. Sin más, aclaró que "en Uruguay estamos muy avergonzados de tener el 0,6% de nivel de indigencia, aunque sea el menor de América Latina".
Fuente: Ámbito.com

