Argentina, segundo destino después de EE.UU. para los emigrantes españoles

Como nuestros bisabuelos, o abuelos, la historia se repite una vez más. En medio de la fuerte crisis que golpea al Viejo Continente, miles de europeos decidien abandonar su país en busca de una salida. En este contexto, y a 10 años del recuerdo del "argentinazo", en Ezeiza nuevamente los jovenes hacen largas filas. Pero esta vez son españoles que vienen a Buenos Aires a probar suerte.

Las últimas mediciones del Instituto Nacional de Estadística de España (INE), revelaron que entre enero y septiembre pasados, más de 50.000 españoles emigraron a otros países, la mayoría de las veces, en busca de trabajo, la principal carencia a causa de la cruda crisis económica. La mayor parte de ellos son menores de 35 años, que parten a la búsqueda de un empleo fijo, para salir del "paro", como se denomina a los desocupados. Es que el 50% de los jóvenes (de hasta 30 años) carece de un empleo estable y en blanco.

La cifra aumentó un 36,6% con respecto al mismo período del 2010. El estudio marca que el ritmo de la emigración general se acrecienta: las salidas de los primeros tres trimestres superan ya a todo el año anterior.

Así, la crisis económica que azota la región se siente fuerte entre los españoles que prefieren permanecer en la Unión Europea: los principales destinos son Reino Unido, Francia y Alemania. Fuera de Europa, el lugar más frecuente son los Estados Unidos (2.988 de españoles llegaron el año pasado), seguido de la Argentina (1.995), Ecuador (1.890), Venezuela (1.798), Suiza (1.706) y Marruecos (1.113). Entre los países lejanos, destacan China (emigraron 497 personas) y Australia (488).

"Emigran los más jóvenes porque tienen mayor potencial", señala el demógrafo Juan Antonio Fernández Cordón. "Es muy inquietante haber formado magníficamente a una población y que ahora se la mandemos a los países desarrollados", se lamenta.

"Los que se van son jóvenes muy cualificados, con idiomas. Saben que lo que no hagan a los 35 años ya no lo harán", afirma el catedrático de Sociología Antonio Izquierdo, de la Universidad de Coruña.

Fuente: El Cronista