ECONOMÍA
Aún sin los subsidios, los porteños seguirán pagando tarifas más bajas que en el interior
El ministro de Planificación Federal aseguró que el proceso “de personalización de subsidios” en el cual predominarán generalizadas quitas, pero también la continuidad de esos beneficios en favor de sectores sociales de muy bajos ingresos o necesitados, por cualquier motivo que fuera, siempre los usuarios residenciales pagarán valores inferiores a los que se abonan en los países limítrofes y, aunque no lo dijo, a los que se cobran en la mayoría de las provincias del interior.
Inclusive hay zonas del conurbano que “pagan menos que en el resto de la provincia de Buenos Aires” porque en los municipios de la costa sólo por concepto de cargos fijos vigentes en toda época del año se abonan facturaciones sensiblemente más onerosas. Igualmente algo similar acontece entre la clientela atendida por cooperativas sobre las redes de EDEN, EDES y EDEA.
Cabe recordar que el pilar del funcionamiento del MEM -cuando no se dependía de los subsidios y cuando el precio de la tarifa era mayor al sancionado a nivel mayorista- las diferencias se sumaban al Fondo de Estabilización de Cammesa, mientras que cuando era inferior, se recurría a ese fondo para cubrir el faltante.
El fondo de estabilización, que por años fue positivo, desde junio de 2003 ostentó un permanente saldo negativo.
Actualmente, el fondo acusa un rojo de 10.000 millones de pesos. Pero, además, se sumaron otras deudas por costos transitorios de despacho o de combustible adquirido para cubrir la escasez de gas para usinas, lo cual llevó a Cammesa en junio de 2011 a tener un endeudamiento de $29.000 millones, que hoy se ubica en 23.000 millones.
De Vido ayer exhortó a la gente a tener un uso inteligente de recursos que no son renovables”. Lo cierto es que la discusión sobre la eliminación de subsidios no apunta al núcleo del problema, que pasa por evitar un consumo o derroche desaprensivo de la energía, del gas o del agua potable.
Luego de la devaluación de comienzos de 2002, en Ateera (transportadores) destacaron que los costos de generación aumentaron hasta 500%, mientras que los precios que pagan los usuarios por la compra de la energía a nivel mayorista sólo tuvo un incremento para aquellos usuarios que demandan más de 1.001 kWh bimestrales.
Ello llevó a la necesidad de que el Estado nacional subsidie la diferencia existente entre los costos reales de generación y los que se pagan a través de la tarifa final, que incluye además costos de la distribución y facturación.
A nivel distribución, la mayoría de las provincias implementaron subas de tarifas para reconocer los mayores costos de las distribuidoras. Sin embargo, en la región metropolitana (Edenor y Edesur) se registró una suba de 10% sólo para aquellos clientes que excedieran los 650 kWh por bimestre.
La región metropolitana, bueno es recordar, reúne entre el 38 y el 43% del consumo de energía de todo el país y los clientes o conexiones que consumen más de 550 kWh por bimestre pueden estimarse en el 40% de los hogares del AMBA.
El incremento del precio mayorista (que soportan los que consumen más de 1.001 kWh) alcanzó sólo al 10% de los usuarios de todo el país, o sea un millón de conexiones.
Si bien todas las distribuidoras compran la energía a Cammesa al mismo precio, existe una diferencia generada por concepto del valor agregado de distribución (VAD) que fija cada ente regulador provincial y que está calculado en base a los costos de operación de la distribuidora, más una ganancia estimada lógica.
El país tiene una situación regional ventajosa
Además de los 232.000 usuarios de Puerto Madero, Barrio Parque y countries que desde el 1º de diciembre dejarán de tener subsidios en la luz, el gas y el agua, frente a los países vecinos siempre se seguirán pagando por esos servicios tarifas muy inferiores. Pese a que hay más del 50% de la población argentina que paga por la energía eléctrica tarifas mucho más onerosas que las vigentes en la región metropolitana, en Chile, por ser importador de más del 75% de la energía que consume en todas sus formas, la electricidad en su fase mayorista cuesta por arriba de u$s220 es el MW/hora, mientras que ayer Cammesa sancionó un precio monómico (energía más transporte) de sólo $120 por el MWh, equivalente a u$s28 el MWh. En Uruguay la situación es igualmente problemática, aunque como el recurso hidroeléctrico tiene una mayor relevancia los precios mayoristas son algo inferiores a los de Chile.
En Brasil, pese a que los casi 500.000 GWh anuales que se consumen en ese gigantesco mercado en un 80% proviene de usinas hidroeléctricas, las tarifas son bastante menores que las de Chile, pero giran en casi u$s120 el MW/hora. En la Argentina, bueno es recordar, el déficit del mercado mayorista que maneja Cammesa es el “agujero negro” de los subsidios.
Fuente: DiarioBae